Tres Eme: un caso exitoso de asociatividad entre pymes

El asociarse -entre personas o empresas- para obtener mejores resultados es siempre una alternativa digna de analizar, en especial si se trata de PYMEs. Así lo pensaron los dueños de los aserraderos Mestre, Martin y Muñoz. Tres apellidos, tres historias de hombres de la Región del Maule que lograron crecer y desarrollarse, privilegiando los factores que los unen más allá de sus diferencias de origen y de carácter, para asociarse y así competir con los más grandes del rubro.

La empresa surgió en 2006 con el nombre de Tres Eme S.A. y hoy produce 270 mil metros cúbicos al año de madera aserrada y seca, en distintos grados de elaboración y empleando alrededor de 500 trabajadores.

Los tres empresarios sumaron su rigurosidad, visión de futuro y decisión de tomar riesgos y así creció la confianza fundamental a la hora de gestionar negocios vinculados principalmente a la compra de bosques y la reforestación para conseguir  materia prima que permite abastecer a cada una de las empresas.

Tres Eme S.A. es la suma de los tres aserraderos, con capacidad de trabajo integrado reconocen que haber formado esta sociedad les ha servido para hacer una mejor gestión administrativa, para comprar productos e insumos a mejores valores y sobre todo para la transferencia tecnológica que se ha traducido en crecimiento y en mejores condiciones para los trabajadores, quienes disponen de competencias  laborales certificadas como buenas prácticas.

Los socios

Nelson Mestre (65) llegó a la zona hace aproximadamente 45 años, tras efectuar en Santiago sus primeros trabajos como técnico electrónico, con jefes alemanes quienes le transmitieron la prolijidad en los procesos. 

El empresario es conocido por su rigurosidad con los compromisos y las formas de operar sus  instalaciones, que ya suman 42 años de historia, desde cuando se instaló cerca de la estación de trenes de Constitución con una pequeña fábrica de cajones que derivó en lo que hoy es un productivo aserradero que emplea a más de 160 trabajadores.

La historia de Maderas Martin, en tanto, comenzó cuando el español Eduardo Martin Abejón se asentó en la ribera del río Maule, donde llegaría a ser un referente como empresario forestal y ciudadano ilustre, aportando con obras que hasta la fecha perduran, como es el caso del muro perimetral que corona el cerro Mutrún, frente a la llegada del río Maule al Océano Pacífico.

Hoy la herencia maderera la administra uno de sus hijos, Juan Domingo (60), quien ha sido parte del desarrollo de esta empresa, la que partió con la plantación de bosques de pino y eucaliptus y, con el tiempo, llegó a construir una moderna planta con cerca de 200 trabajadores y equipos mecanizados para el corte y secado de madera.

Actualmente, este empresario está ampliando sus oficinas centrales, las que ha logrado modernizar con ingeniería de punta para la producción y automatización de procesos, invirtiendo en capacitación y capital humano.

Por su parte, Mauricio Muñoz (50), creció en el exilio, volvió a Chile y tras educarse en Santiago se radicó en Constitución, la tierra de sus padres, donde comenzó con un aserradero pequeño con bueyes y camiones viejos. El 2003 comenzó a secar madera y hace dos años echó a andar uno de los aserraderos más modernos de Sudamérica, con equipos suecos y un sistema de cortes tridimensional que permite piezas perfectas  para producir cerca de 1.500 metros cúbicos de madera dimensionada -verde o seca-, además de 2.500 m³ de madera aserrada, donde cuenta con 130 trabajadores.

Triplicando los beneficios

Tres Eme cuenta hoy con 15 mil hectáreas de bosque, destacando en el ámbito de la Responsabilidad Social Empresarial, a través de un constante compromiso con la comunidad, en la participación en obras sociales en distintos ámbitos, auspiciando a organizaciones comunitarias, religiosas y deportivas.

Asimismo, se han preocupado de participar en Acuerdos de Producción Limpia (APL) y contar con certificaciones FSC y CERTFOR de la industria forestal.

Ellos, aconsejan a las pequeñas y medianas empresas asociarse, traspasar  el  conocimiento de los procedimientos técnicos, contables y de recurso humano. Esto porque en el rubro forestal se reconoce que muchas veces las propuestas de fomento asociativo se dificultan por la competencia entre las mismas PYMES, por no atreverse a compartir información en busca de objetivos comunes: aumentar volúmenes de producción, rentabilidad y calidad de empleo para los trabajadores.

Según sus dueños, Tres Eme comprobó que al compartir las estrategias para alcanzar los objetivos de mayor competitividad,  se fortalecieron las capacidades técnicas, se adquirió mejor maquinaria, se automatizaron los procesos y la gestión en cada una de las empresas, dando paso a un negocio rentable, competitivo y sostenible en el tiempo.

La producción de Mestre, Martin y Muñoz abastece a los principales representantes del retail y la construcción en el mercado chileno.

Su ubicación estratégica en el corazón forestal de Chile permite vislumbrar un futuro auspicioso porque podrán seguir reinvirtiendo y aumentando el patrimonio alcanzado.

Tres Eme, tres hombres y tres historias, con una misma mirada para asociarse y crecer juntos.