Trabajadores forestales transforman su vida gracias a la innovación

Con poco más de 20 años de edad, y recién egresado del liceo Industrial de Lota, el técnico electromecánico Juan Vidal tomó una decisión crucial en su vida que le significó cambiar la explotación del carbón en las minas de la zona por la faena forestal. Fue así como a mediados de la década de los ‘80 dio sus primeros pasos en el rubro; primero manejando maquinaria, y posteriormente dedicándose al trabajo forestal en lugares de altas pendientes.

“Cuando estaba en la cabina de la máquina me daba el tiempo para pensar y en los ratos libres escribía. Uno de esos pensamientos lo titulé como 'el vuelo de un tronco', que representaba mi sueño de volar, ser el mejor operador de Chile y conocer otros países”, recordó el trabajador lotino.

Los sueños de Vidal poco a poco comenzaron a plasmarse a partir de 2009 cuando trabajaba para la forestal Antumapu, empresa contratista que presta servicios a la forestal Arauco. Por esos días, recordó Vidal, el sector no pasaba por su mejor momento, las ventas se habían estancado y la palabra crisis amenazaba a tal punto que el mensaje al interior de la firma contratista fue claro: ser los mejores haciendo de la mejor manera nuestro trabajo.

“Necesitábamos producir más de manera urgente para no caer en las pérdidas por una crisis y fue el momento en que se me prendió la ampolleta”, recordó el trabajador.

De esta forma, Vidal ideó un sistema de volteo de árboles que cambió paradigmas y que significó incorporar innovaciones al sistema tradicional. Rubén López, gerente de la forestal Antumapu, explicó que “ha sido un proyecto que trascendió las fornteras de Chile y obtuvo muy buenos comentarios de auditores internacionales, expertos en cuidados del medio ambiente. Esto nos hizo pensar en direccionar de otra manera los volteos de modo que los árboles quedaran cerca, lo que se logró realizando un volteo perpendicular a la pendiente de la montaña”.

Este sistema comenzó a implementarse los meses posteriores al terremoto 2010.

Una idea exportada a Brasil

La exitosa experiencia de la forestal Antumapu llevó a sus directivos a presentar el proyecto en la primera jornada del programa excelencia operacional, iniciativa creada por Forestal Arauco en 2009, para promover la innovación y reconocer el esfuerzo de empresarios contratistas y trabajadores del sector que buscan mejorar sus procesos productivos. La idea de Juan Vidal se alzó con el primer lugar, reconocimiento que fue la plataforma para adjudicarse el galardón del mayor concurso en Chile en temas de innovación: IDDEO 2013.

Las buenas noticias siguieron. La idea de Vidal fue  replicada por Arauco Brasil y su impulsor fue invitado a Austria y Alemania a exponer las bondades de la iniciativa. Juan Vidal, cuya historia fue reconocida incluso por el fallecido empresario y fundador de Desafío Levantemos Chile, Felipe Cubillos, dejó atrás sus miedos y dio el salto que hoy lo convierte en un empresario  que emplea a 60 personas.

“Estuve 30 años como trabajador y ahora estoy del otro lado del escritorio. Fui un obrero igual que todos y siempre hay que ser el mejor dentro de su campo, respetuoso y motivador con los compañeros, fijarse metas y cumplir sueños”, reflexiona Vidal. “El proyecto no generó costos adicionales, sino que mejoró notablemente el procedimiento de madereo reduciendo considerablemente los impactos”, enfatiza el gerente de Antumapu, Rubén López.

Esta idea ha sido una de las más de 9.000 que ha recibido el programa Excelencia Operacional de Forestal Arauco en los últimos seis años. De éstas, 647 se han transformado en proyectos, que han permitido mejoras importantes procesos, productos, servicios y con alto impacto en la seguridad de los trabajadores, operaciones y medioambiente. Experiencias como las de forestal Antumapu serán reconocidas este viernes 26 de agosto en el Gran Salón del Centro de Eventos Suractivo, en el marco de la Sexta Jornada 2016 del  programa Excelencia Operacional de Arauco.

“Lo que hemos hecho estos años a través de Excelencia Operacional ha sido un trabajo que ha generado un círculo virtuoso entre Arauco, empresas contratistas y sus trabajadores. “Cuando lanzamos Excelencia Operacional nos propusimos potenciar una cultura y metodología centrada en el mejoramiento continuo y participativo. A seis años de este trabajo, hemos logrado que hoy nuestras operaciones forestales incorporen los más altos estándares de Manejo Forestal y que los empresarios que nos prestan servicios estén siempre a la vanguardia del conocimiento y agregando valor”, dice Patricio Eyzaguirre, Sub Gerente de Comunicaciones y Asuntos Públicos.

Más Seguridad

Otros casos emblemáticos como éste se observan en el aspecto de seguridad. De hecho, en 2015, ganó el primer lugar un proyecto que cambió el sistema de fabricación de Waratah, líder mundial en la producción de los cabezales que trozan los rollizos en el bosque. Trabajadores de las empresas contratistas Antares y Pinares, se propusieron bajar el porcentaje de fallas en la cadena de las motosierras que traen estas maquinarias.

Juan Carlos Bustamante, técnico electromecánico de una de las empresas, se las ingenió para “hacer un dispositivo mecánico en las piezas de la máquina cosechadora, evitando que ante alzas de presión, la cadena colapsara y, por tanto, se desprendiera”, recuerda el trabajador.  “Nos llena de orgullo que una idea nacida aquí, desde los usuarios, haya sido considerada por Waratah”, dice Juan Carlos Rodríguez, empresario de Antares.

Más productividad

Este mejoramiento continuo del programa de Excelencia Operacional también ha permitido un aumento de productividad para las empresas contratistas de la forestal. Es el caso del proyecto Celdas de Pesaje, introducido por trabajadores de Katango, que disminuyó considerablemente el sobrepeso de los camiones, la subutilización de los camiones, las fallas mecánicas y el impacto en los caminos. “Comenzamos a buscar alternativas para controlar el peso de las cargas hasta que llegamos a una que significó enviar los datos a un monitor ubicado en el camión que permitía conocer el peso exacto de la carga”, comenta Daniel Muñoz, Jefe Operaciones de esta empresa.

“Cuando empezamos a implementar la celda de pesaje nos decían que era una locura, pero hoy esa locura, ya está implementada en varias empresas e incluso se ha exportado a otros países”, concluye con entusiasmo.