Héctor Lisboa comenzó a plantar Eucalyptus regnans hace 30 años, cuando decidió reemplazar el Pinus radiata que tenía en su predio, debido a la aparición de la polilla del brote. Actualmente posee 660 hectáreas plantadas con esta especie, con edades entre 1 y 22 años, las que administra a través de su empresa Forestas Regnans.
Lisboa indica que no existen plantaciones a escala comercial de esta especie en los demás países de clima templado donde se planta eucalipto, tales como Australia, Sudáfrica, Nueva Zelandia y Argentina. Por lo que su emprendimiento es único en su tipo, aunque no está consolidado, es una iniciativa innovadora, en donde los flujos de caja aún son deficitarios. “Todavía estamos transitando por el “valle de la muerte” el cual esperamos terminar de recorrer en un par de años”.
Este innovador desarrollo forestal se llevó a cabo gracias a que en los años 60 el Instituto Forestal INFOR instaló parcelas para introducir nuevas especies forestales.
“Uno de los ensayos de introducción de especies estaba ubicado en Antiquina, cerca del lago Lleu Lleu en Biobío y yo pasaba a mirar estos árboles excepcionales porque tienen muy buena forma y crecen muy rápido. Me gustaron y encargué semillas. Aunque la selección genética no fue muy académica, al comienzo”, rememora Lisboa.
Cabe destacar que Forestas Regnans posee un huerto semillero instalado por INFOR y auspiciado por el Servicio Agrícola Ganadero (SAG), donde se reproducen los mejores Eucalyptus regnans del país.
Por otra parte, en el proceso de aserrado deben enfrentar dos grandes desafíos, advierte Lisboa. “El primero es el de las pérdidas de madera que provocan las rajaduras en los extremos y las grietas superficiales e internas que se generan en el secado de la madera, propias de todas las especies de eucalipto. Esto se mitiga mediante aserrío radial o perpendicular a los anillos de crecimiento. El otro se refiere a la necesidad de secar al aire, previo al secado en cámara, lo que demora entre 6 y 12 meses dependiendo del espesor de la madera y la época del año”.
El secado en cámara dura entre 5 y 7 días, al cabo de los cuales la madera -con 8% a 12 % de humedad- se vende cepillada. Por sus bondades y hermoso aspecto se la utiliza en mueblería, revestimientos, pisos, puertas y ventanas. Por otra parte, la madera aserrada y en forma de postes se impregna para ser usada en exteriores.
Héctor Lisboa es ingeniero forestal de la Universidad de Chile, con una maestría en la Universidad de Seattle, Washington. Su primer trabajo fue en Colcura, Lota, de donde pasó a una empresa estadounidense en Puerto Montt y luego, en 1969, a Forestal Arauco, donde estuvo a cargo de los aspectos técnicos, participando en la creación de esta empresa como entidad jurídica distinta a Celulosa Arauco.
En 1986 integró, en calidad de experto forestal, la misión del Centro de Inversiones de FAO para el Banco Mundial que detectó el potencial forestal de Uruguay. Su informe fue muy favorable y contribuyó a dar inicio a la forestación en gran escala de este país que entonces tenía 16.000 hectáreas de plantaciones de calidad y hoy tiene 800 mil.
Concluye señalando: “Espero que mi último logro sea haber introducido exitosamente el Eucalyptus regnans a escala comercial en Chile. Pero para logarlo, debemos lograr atravesar el valle de la Muerte”.
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