Reunir a las comunidades, empresas forestales, municipios y entidades públicas que tengan injerencia en un mismo territorio es uno de los objetivos que buscan los Diálogos Forestales, iniciativa que surgió el año 2009, a raíz de la inquietud de un grupo de organizaciones sociales y ambientales por el impacto del sector forestal en el sur del país.
La directora ejecutiva del Diálogo Forestal Nacional, Claudia Bustamante, plantea que “lo que se busca a través de este trabajo son soluciones para abordar los impactos que generan las plantaciones forestales a gran escala en los territorios, como por ejemplo el efecto de la presencia de plantaciones en lugares considerados claves para las comunidades, en la protección de recursos hídricos, en el turismo y en la biodiversidad, entre otros. Buscamos causas en temas críticos socio ambientales y para ello trabajamos con iniciativas en territorios”, afirma.
Los participantes en el diálogo forestal son las empresas forestales y la sociedad civil, quienes conformaron el Comité Directivo, instancia que coordina el proceso a nivel nacional, donde están presentes Masisa, Arauco y Mininco. También hay entidades como WWF, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Ética en los Bosques, el Departamento de Acción Social de Temuco (DAS) y el Comité pro Defensa de la Flora y Fauna (CODEFF). En los territorios pilotos (Los Ríos y Nahuelbuta), se suman otras entidades, como comunidades locales, municipios, servicios públicos y empresas forestales y eléctricas.
Bustamante destaca la participación de las empresas, lo que se traduce en la voluntad de buscar soluciones conjuntas y en el compromiso en la firma de acuerdos públicos, así como enfrentar temas críticos planteados por las comunidades y su implementación.
El subgerente de asuntos públicos de Forestal Mininco, Nazir Hechem, plantea que “el objetivo de la Mesa es sacar adelante iniciativas importantes y bien reconocidas por la comunidad y que se relacionan con la actividad forestal. En el trabajo, hemos priorizado ciertos temas que consideramos relevantes como la restauración de bosque nativo y el desarrollo económico local. La idea es conformar grupos de trabajos en ciertas áreas como en Los Ríos (Futa y Cuenca Collilelfu) y Bio Bio (Nahuelbuta)”, afirma
Bustamante explica que “una vez identificados los temas, se discuten en grupos técnicos y se buscan soluciones a través de acciones que se materializan en un acuerdo público, el cual se va monitoreando constantemente”, afirma.
Nazir Hechem de Forestal Mininco añade que “es una buena práctica tener acuerdos públicos con las comunidades vecinas donde todos se comprometen a hacer una parte del trabajo y que el objetivo final se cumpla. Nosotros tenemos varios proyectos con comunidades y también se suscriben convenios con ellos”.
Margarita Celis, jefa de gestión social y ambiental de Masisa, plantea que “llevamos varios años trabajando en la mesa y en los últimos dos hemos consolidado una gobernanza, hemos ido construyendo un proceso de diálogo considerando las temáticas socio ambientales para todos los involucrados”, afirma.
Consultada Bustamante respecto a la recepción que ha tenido la iniciativa dentro de las comunidades, la profesional plantea que “existe una gran aspiración de las comunidades a que los temas se aborden. La sensación que ellos tienen es que estos temas no están en la agenda. Poder abordarlos y solucionarlos implica que la empresa pasa a ser un vecino involucrado en su entorno. En una primera etapa hay una especie de catarsis, pero posteriormente, se sientan a conversar de qué manera se puede avanzar y a las comunidades les llama la atención ver que las empresas participan en el territorio”, afirma.
Margarita Celis de Masisa añade que “en la mesa se tratan temas que son transversales a los territorios, el tema del agua, desarrollo local, accesibilidad y mejoramiento de la calidad de vida. En el fondo ser parte de los territorios que gestionan las comunidades”, explica.
Claudia Bustamante, destaca que algunas comunidades quieren cambios más inmediatos, pero hay temáticas más complejas como la protección de recursos hídricos y temas de restauración, donde hay que escuchar a las comunidades. Por ejemplo, explica que “en el caso de Futa en la región de Los Ríos, existían cortes eléctricos todo el año, lo que genera una serie de consecuencias en la calidad de vida y producción local. El 2014 se firmó un acuerdo entre las empresas forestales, Saesa y el municipio. Tras ello, no hubo ningún corte pese a los temporales que existieron. Cuando las comunidades ven estos cambios el diálogo comienza a funcionar de mejor manera”, concluye.
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