En una región con una clara vocación maderera y forestal como la Región de Los Ríos se requiere del apoyo del Estado para que los pequeños y medianos empresarios del sector puedan vender sus productos en los mercados internacionales. Para ello está ProChile, la entidad gubernamental encargada de promover las exportaciones y asesorar a las PYMES para que puedan salir al exterior.
El director regional de ProChile Los Ríos es el ingeniero industrial Andrés Díaz, quien entrega su visión del sector.
¿Cuál es su visión del desarrollo del sector maderero?
Cuando me relacioné con este sector, las empresas chilenas venían saliendo de enfrentar la crisis global subprime. Durante los últimos años, sin embargo, el nivel de exportaciones y el incremento en la diversidad de productos evidencian un gran desarrollo del sector forestal – maderero que, a nivel nacional, se ha mantenido sobre los 5.000 millones de dólares en exportaciones desde 2011.
Es importante destacar el incremento en los envíos de partes y piezas de madera para construcciones (tales como maderas aserradas, cepilladas, tableros, chapas, molduras, ventanas, puertas y sus marcos) los que registraron un aumento del 800% en los primeros diez meses de 2014, con exportaciones por US$ 29,6 millones, comparados con los US$3,2 millones del mismo período del año pasado.
Ello habla de una mayor diversificación de la canasta exportadora regional.
A nivel local, la industria está orientada en su mayoría al comercio nacional, pero existen varias firmas que han incursionado con éxito en mercados externos y otras que ya se proyectan o están reconsiderando volver a retomar las exportaciones que en algún minuto tuvieron.
¿Cuáles son los principales desafíos que deben enfrentar los productores locales para abrirse a nuevos mercados?
Existen varios temas que deben ser abordados por el sector empresarial y gremial. Entre ellos está la baja asociatividad entre empresarios para enfrentar mercados extranjeros, los que en muchas ocasiones exigen volúmenes considerables y ofertas complementarias de varios productos del mismo tipo de madera.
Otro tema a resolver es el reducido incremento en el desarrollo de nuevos productos con mayor valor agregado. Aunque los servicios públicos ligados al fomento productivo debemos contribuir en este desarrollo, debe haber también una clara intencionalidad de parte de los empresarios para buscar nuevos productos y formas de producir. Y también juega un rol fundamental la aplicación de ciencia y conocimiento que pueden entregar las universidades.
Desde su experiencia, ¿cuáles son las principales debilidades del sector?
Existen deficiencias en la competitividad de las empresas de menor tamaño, lo que sigue siendo un tema pendiente. En un mercado global, donde la competitividad se vuelve imprescindible para ser parte del mercado, se debe abordar la eficiencia en los factores que determinan la competitividad en forma seria, con un plan a largo plazo e incorporando nuevas tecnologías para mejorar factores como por ejemplo la eficiencia energética.
En este sentido, ¿cómo puede ProChile apoyar al sector?
ProChile cuenta con recursos y mecanismos de apoyo para estimular la participación del sector en acciones de promoción de exportaciones, con un foco especial en las pequeñas y medianas empresas. Ellas pueden postular proyectos a nuestros concursos Silvoagropecuario o Industrias y Servicios, que les permitirán participar en actividades como: ferias internacionales, seminarios, talleres, ruedas de negocios, misiones de prospección o de penetración de mercado, entre otros. Además, contamos con 53 oficinas de ProChile en las principales capitales comerciales del mundo que día a día trabajan para generar inteligencia de mercado y posicionar los productos chilenos en sus respectivos mercados.
¿Qué pasos habría que dar para convertir a Los Ríos en una región líder en la exportación de madera nativa?
Primero, fortalecer la asociatividad del sector. Necesitamos un sector forestal-maderero regional organizado y fuerte. Luego, trabajar con énfasis en la promoción de nuevos productos con alto valor agregado que permitan llegar a mercados más sofisticados con mejores precios.
Respecto al rol de ProChile, una de nuestras prioridades es generar capacidad de gestión comercial e internacional en nuestros empresarios por lo que hemos desarrollado un ciclo anual de talleres y seminarios orientados a fortalecer estas capacidades. Otra prioridad es diversificar los mercados de exportación, sin descuidar las zonas ya abordadas.
Finalmente, a nivel nacional tenemos el desafío de desarrollar una marca sectorial que represente al sector en los mercados internacionales y que permita la construcción y promoción, como por ejemplo: “Maderas de Chile” u otro que actúe como paraguas, dando a conocer las características del sector productivo, asociándolas a nuestro país.
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