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Los nuevos desafíos de las empresas de servicios forestales

  

Sus compromisos están puestos en sus trabajadores, la innovación y una gestión económica social y ambientalmente sustentable.

Dentro del ciclo productivo del bosque interactúan empresas de servicios forestales (Emsefor) de distinta escala, éstas generan empleos constantes en las zonas en donde se desarrolla la silvicultura. Según la estadística del 2012 del Servicio de Impuestos Internos, en Chile existen cerca de 28 mil empresas de este tipo, las cuales se estima generan unos 52 mil empleos fijos al año.

Durante los últimos años, este tipo de empresas han apostado por la innovación tecnológica y la capacitación de sus empleados para optimizar el trabajo en terreno y mejorar las condiciones laborales del capital humano, cumpliendo así con los altos estándares internacionales exigidos por sus empresas mandantes.

Un claro ejemplo de lo anterior, son el vivero Plangen, las forestales Río Angachilla, Trancura y Lygyrnun, las cuales operan entre las regiones de La Araucanía y Los Lagos. Estas empresas que partieron como emprendimientos, han logrado con el paso de los años abrirse camino dentro de su competencia, dejando atrás el proceso manual y la falta de calificación.

Hoy en día, son referentes en sus áreas por incorporar tecnología de punta en la producción o cosecha del bosque; desarrollo que ha ido a la par con la especialización de sus trabajadores al interior de sus empresas y lograr no sólo nuevos puestos de trabajo, sino que también ampliar sus horizontes personales.

Creciendo juntos

Entregar servicios de asesoría en el establecimiento de plantaciones forestales de especies nativas a grandes empresas (Arauco, Masisa, Colbún y Saesa), organismos del Estado (CONAF e INDAP) y particulares, es el desafío que asume cada día el equipo de Vivero Plangen, liderado por su propietaria, Nery Carrasco, en el sector de Máfil en la región de Los Ríos. 

Desde el 2007, la Ingeniero Forestal se dedica junto a sus 15 trabajadores, al mejoramiento genético de árboles nativos de la zona sur de nuestro país, logrando resultados tan exitosos, que sus plantas han sido seleccionadas para ser utilizadas en importantes proyectos de recuperación de bosque nativo. 

“Producimos plantas forestales, exóticas y nativas, siendo estas últimas las que abarcan el 80% de nuestra producción. Nosotros no estamos sólo preocupados en mejorar la calidad de las plantas, sino que también su condición genética para así lograr una mejor adaptabilidad a los suelos de la región, y con ello, mayores tasas de prendimiento, siendo nuestro principal sello la calidad y precio justo”, señala Carrasco.

Para lograr resultados exitosos en el proceso de plantación de las especies, es necesario trabajar con dedicación y cuidado, el establecimiento o habilitación del terreno; proceso que desarrolla con gran éxito la empresa forestal Río Angachilla, propiedad del Ing. Forestal Roberto Castro, quien desde el 2011 se dedica a las labores de plantación, preparación del suelo y control de maleza, junto a 40 personas provenientes de sectores aledaños a las faenas de forestación. 

“Los trabajadores son el principal recurso de nuestra empresa, el 92% de ellos se mantiene estable dentro de las faenas durante todo el año,  por ello hemos puesto especial énfasis en mejorar los sistemas de transportes, los comedores y las jornadas de trabajo”, afirmó Castro. 

En este último punto, el empresario añade que trabajan con dos sistemas de turno en relación a los días de trabajo y descanso. 11 x 4 para las personas de sectores lejanos a las faenas y 5 x 2 para aquellas personas que viven relativamente cerca; declarando que se están buscando nuevos horarios, que permitan a los empleados estar menos tiempo en los campamentos y más en sus casas disfrutando de sus familias.

Humberto Díaz, es supervisor de faena silvícola y destaca el interés que tiene la empresa por los trabajadores, “ellos están permanentemente preocupados de nosotros, ya sea en términos laborales o familiares, incluso se ha establecido un sistema de trabajo de martes a sábado para aquellos que residen en zonas cercanas a las faenas, la idea es que pasen el domingo con su familia y que tengan un día hábil para realizar trámites en caso de ser necesario”.

Responsabilidad socioambiental

Luego que los árboles han cumplido 15 ó 20 años de vida, según corresponda su especie, se da inicio a las faenas de cosecha del bosque, es ahí donde inicia su trabajo la empresa Trancura del ingeniero forestal, Aquiles Gálvez, la cual se encarga de realizar movimientos de tierra para habilitar caminos al interior de los predios, que serán utilizados por las empresas que efectuarán el corte y transporte de la madera.

Gálvez formó su empresa hace 11 años, trabaja con 20 personas de planta fija en faenas que se extienden desde la Región de La Araucanía a Los Lagos. Para este empresario, los trabajadores son un recurso valioso, es por ello, que ha puesto a disposición una psicóloga y una asistente social, para entregar en cualquier momento, soporte en materias personales. Cabe señalar, que la mayoría de los trabajadores se han mantenido desde el primer día que comenzaron sus labores.

“Los movimientos de tierra indudablemente cambian el paisaje, nuestro objetivo es reducir al mínimo el impacto sobre la naturaleza para que las comunidades no se vean afectadas. A veces ellos utilizan los mismos caminos forestales para desplazarse o extraen agua de fuentes hídricas cercanas a la faenas, por ello es fundamental el trabajo que hacemos, el cual se rige por un protocolo que establece prácticas de buenos vecinos”, enfatizó Gálvez.

Compromiso con el esfuerzo

Pablo Martorell es gerente de Nylyumar Ltda., empresa que hace 20 años se dedica a la cosecha forestal, proceso que comenzó a desarrollar de forma artesanal (mano de obra y bueyes); siendo hoy una de las Emsefor con mayor uso de equipo mecanizado en sus operaciones, contando actualmente con 250 trabajadores.

Nylyumar presta servicios a grandes empresas, abarcando extensas áreas geográficas, debido a esto requiere máquinas de alta tecnología y rendimiento que puedan desarrollar el movimiento de los troncos, en donde se destaca el uso de Feller, Procesadores y Skidder; a lo que se suman torres de madereo en terrenos con mayores pendientes. 

Martorell señala que el crecimiento tecnológico ha ido a la par con el desarrollo de los trabajadores, muchos de los cuales han ascendido puestos dentro de la empresa, logrando ser referentes para sus pares, por el espíritu de superación y compromiso. “En este rubro no hay una universidad que enseñe cómo realizar el trabajo, por lo que hemos articulado una alianza público-privada para capacitación”.

Un claro ejemplo de ello es Alejandro Arriagada, quien realizó su práctica profesional a los 19 años en uno de los talleres mecánicos de la empresa, ascendiendo durante los últimos 10 años diversos puestos. Hoy es operador de un Harvester John Deere909 JH. 

Arriagada destaca, “aquí se valora el trabajo que uno realiza, es agradable saber que confían en ti y que están dispuestos a invertir para que tu logres nuevas competencias. Igualmente me parece valioso el apoyo social que nos brindan a través de una sicóloga y una asistente social, a quienes podemos concurrir en caso de tener algún problema”.

Estas empresas dejan de manifiesto el importante rol que cumplen las Emsefor dentro de la cadena productiva forestal que se desarrolla cada vez con mayor potencia en nuestro país; estando un grupo de ellas vinculadas directamente con la silvicultura, siendo su rol la producción de las especies, plantación, raleos y podas con el objetivo de mejorar la calidad y rentabilidad de los bosques. 

 
 
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