La necesidad de proteger construcciones patrimoniales de madera

Compartir experiencias y conocimientos en el uso y mejoras tecnológicas en la protección de la madera, fue el objetivo de la 46° conferencia anual del Grupo de Investigación Internacional sobre Protección de la Madera (IRG), congreso mundial realizado en Viña del Mar, entre el 10  y el 14 de mayo.

Ante unas 150 personas de diferentes países, Enrique Escobar, gerente de Madera21 de la Corporación Chilena de la Madera, CORMA, abordó los desafíos que tenemos en el país para poder enfrentar la protección de la madera en construcciones patrimoniales.

El gerente de Madera21 apuntó a que hay plagas que se han introducido en Chile como consecuencia de la globalización, específicamente la termita subterránea, que han atacado importantes obras patrimoniales de madera en las regiones centrales, como la Capilla Santo Tomás de Limache y la Iglesia Luterana, ambas en la Región de Valparaíso.

Escobar aseguró que “no hay ninguna entidad que realice un mapa que se actualice en línea las especies de termitas existentes en el país, salvo la Universidad de Chile que tiene un formato en que hay que actualizar en forma continua. Además, no existen sistemas de certificación que permitan asegurar la calidad  de los servicios de  empresas de exterminio de plagas. El uso de preservantes por parte de empresas productoras de madera y la utilización de madera tratada por parte de las constructoras, tampoco está, en general, certificada”. 

Agregó que “la erradicación o el control en obras construidas actualmente está establecida a través de la norma NCh 819, que está especificada de manera ambigua en la Ordenanza de Urbanismo y Construcciones, que señala la necesidad de preservar no sólo la madera sino también las terminaciones.

Con respecto a cómo se puede evitar el ataque de termitas, Enrique Escobar dijo que “se debe hacer mediante el adecuado uso de la norma de preservación NCh 819 en madera aserrada. Adicional y complementariamente, se pueden utilizar barreras químicas o mecánicas en las fundaciones de las viviendas”.

Experiencias en el extranjero

La autoridad de Madera21 dijo que en Estados Unidos hay un ejemplo claro en donde se erradicó el problema de plagas, a través de un sistema de cebos que está ligado a las compañías de seguros. “Son protecciones regulatorias, donde uno paga un seguro y hay una empresa que va anualmente a instalar unos cebos alrededor de la casa para protegerla. En Chile las autoridades no han desarrollado nada parecido”, aseguró.

Por otro lado, Enrique Escobar, señala que en países desarrollados se ha aprendido a preservar  las construcciones en un proceso de ensayo y error. “Es el caso de Nueva Zelanda y Canadá, en donde en un inicio, a través de una tendencia ecologista, se normó con un estándar para no preservar la madera estructural de las casas, sino que  protegerla por  diseño, de modo tal que no la afectase la humedad. Lamentablemente, en ese caso lo que ocurrió no fue un ataque de termitas, sino  un problema masivo de filtración de agua y, en consecuencia,  en las viviendas se generaron hongos y pudrición. Los dos estados tuvieron que compensar a los usuarios con miles de millones de dólares”. 

Grupo Internacional de Investigaciones sobre la protección de madera

El IRGWP fue inaugurado el 25 de junio de 1969 en Cambridge, Inglaterra y durante los primeros diez años de existencia de su Secretaría se llevó a cabo por el Reino Unido en el Laboratorio de Investigación de Productos Forestales. El 1 de enero 1979 se trasladó la secretaría administrativa a Suecia.

En el momento de la creación del grupo se hizo hincapié en que los productos a base de madera son materiales importantes en muchos países, y que su pérdida o deterioro es económicamente grave. 

Inicialmente estaba compuesto por 22 científicos de nueve países: Austria, Bélgica, Francia, la República Federal de Alemania, Japón, Países Bajos, España, Suiza y el Reino Unido. Hoy el grupo cuenta con más de 330 miembros de 57 países de todo el mundo.