Realizar
estudios taxonómicos, sistemáticos y biogeográficos además de la morfología, la genética y el comportamiento de la amplia variedad de arácnidos presentes en los bosques andino-patagónicos de nuestro país, son parte de los objetivos con los que llegó una delegación de investigadores pertenecientes al
Museo Argentino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia".
La comitiva, encabezada por Martín Ramírez, investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones científico- técnicas y jefe de la División Aracnología del Museo Argentino de Ciencias Naturales (Conicet), está integrada por siete expertos. Durante cinco días, los especialistas realizaron un minucioso trabajo de recolección de las especies presentes en Caramavida, una de las 130 Áreas de Alto Valor de Conservación AAVC identificadas por la
empresa Arauco en su patrimonio forestal.
Durante este periodo y a muy temprana hora, la delegación iniciaba su trabajo de rastreo, recorriendo distintas zonas de bosques templados de alta humedad, y con poca luz, concentrando su trabajo en el levantamiento de piedras y troncos, así como en la hojarasca, todos hábitats ideales para arañas, escorpiones y opiliones.
El científico argentino Andrés Ojanguren, encargado de investigar la presencia de especies de escorpiones, explicó que “hacemos una colecta de día dando vuelta troncos, piedras y observando telas de araña. Los hallazgos se mantienen vivos para el registro fotográfico y luego se les somete a un proceso de conservación”.
Este mismo trabajo ha sido realizado por años en los bosques andinos de la Patagonia argentina. No obstante, los investigadores destacaron que, desde este lado de la cordillera, la riqueza y variedad de especies es mayor para ciertos grupos.
“Como en Chile hay una fauna muy endémica, estamos recorriendo distintos puntos donde hay especies únicas y todavía desconocidas. La diversidad es mayor sobre todo en las reservas protegidas de la empresa Arauco próxima a la cordillera de Nahuelbuta”, dijo Martín Ramírez.
Las labores de colecta de especies también se realizaron de noche, horario que otorgó mayores posibilidades para concretar los hallazgos, dado los hábitos nocturnos de muchas especies de arácnidos. A diferencia del día, los investigadores debían apoyarse con el uso de dispositivos con luz blanca para rastrear opiliones y las telas fabricadas por las arañas, y con luz ultravioleta para la colecta de escorpiones.
“La rutina es muy intensa. Despertamos temprano para colectar y nos quedamos hasta tarde. Sacamos fotos, hacemos anotaciones y salimos de noche para volver a colectar”, agregó el investigador.
La espectacularidad de los opiliones
Una de las principales sorpresas que se llevaron los expertos, apenas iniciaron su trabajo, fue el hallazgo de opiliones chilenos, arácnidos morfológicamente distintos a las arañas y que no son venenosos. “Estos son muy endémicos en Chile, sin duda es una de las faunas de opiliones más espectaculares del mundo”, destacó Abel Pérez González, especialista en opiliones e investigador adjunto del Consejo Nacional de Investigaciones científico- técnicas y jefe de la División Aracnología del Museo Argentino de Ciencias Naturales Conicet.
Este hallazgo tiene entusiasmado a los expertos. Destacaron que los opiliones son un linaje antiguo de más de 400 millones de años, excelentes modelos para estudios biogeográficos y justamente una de las tareas que tendrá William Porto, investigador brasileño, será intentar dilucidar el proceso evolutivo de de una familia de opiliones y su diversidad en la región andino-patagónica de nuestro continente.
“Una parte importante de nuestro laboratorio se encarga de la clasificación de los organismos vivos, no solo en la parte de darles un nombre (taxonomía), sino también la parte sistemática de incluirlos en un sistema de clasificación jerárquico. Así las especies quedan ubicadas en familias y géneros y se establecen quienes son sus grupos hermanos reconstruyendo la historia evolutiva de un determinado taxón (u organismos emparentados)”, dijo Abel Pérez González.
Alfonso Jara, magíster en zoología del departamento de Zoología de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanografía de la Universidad de Concepción que realizó un trabajo asociado en algunas investigaciones de Bioforest de Arauco, destacó que las investigaciones que se hicieron en terreno son inéditas y ya han logrado determinar la existencia de especies de arácnidos de las que no existía conocimiento.
“El levantamiento se hizo en áreas protegidas de la forestal, que tienen una biodiversidad importante, muy restringidas y -en el caso de los investigadores argentinos- han estudiado taxones de los que casi nada se sabe”, dijo el investigador de la Universidad de Concepción.
Tras cinco días de trabajo en terreno, la delegación del Museo Argentino de Ciencias Naturales regresó a Buenos Aires, para abocarse ahora al trabajo de análisis y estudio en laboratorio de las especies colectadas, que se extenderá por tres años.
El doctor en biodiversidad y Jefe del Programa Conservación Fauna de Bioforest, Raúl Briones, destacó que este trabajo se complementará con una nueva visita al
Parque Oncol en Valdivia, con la finalidad de complementar los hallazgos de escorpiones en el AAVC de Caramávida.
Briones dijo que la investigación fue posible gracias a la invitación extendida por la empresa a esta delegación, para generar conocimiento de la distribución de especies de arácnidos presentes en el patrimonio boscoso de esta empresa forestal.