En la madrugada del sábado un grupo de encapuchados armados quemó maquinarias e instalaciones de la empresa Besalco, en Cayucupil, comuna de Arauco, mientras que este domingo en la noche, un segundo ataque incendiario destruyó dos vehículos trineumáticos, un camión y una torre de madereo de la empresa Corte Alto, en Tirúa, Región del Biobío. En la madrugada de este lunes, en tanto, otro ataque incendiario afectó una sede de la U. Católica de la Santísima Concepción en Cañete.
En declaración pública, el presidente de CORMA, Fernando Raga, expresó “la solidaridad del gremio forestal con las empresas, trabajadores y entidades afectadas por estos actos violentistas”, al mismo tiempo que alertó sobre “la gravedad que reviste la impunidad con que actúan estos grupos al margen de la ley, donde incluso reivindican a través de comunicados oficiales sus ataques y hasta anuncian qué sectores serán foco de sus acciones delictuales futuras”.
“Es imprescindible que las autoridades policiales y judiciales adopten medidas efectivas para que retorne la seguridad y tranquilidad en las regiones del Biobío y Araucanía. La preocupación por estos hechos de las autoridades regionales y del Ministro del Interior es valorable y se ha traducido en un aumento de las querellas por parte del Estado, pero pasan los meses y no se advierten resultados. De nada sirve adoptar medidas legales, judiciales y de protección policial, si la policía no actúa en forma proporcional a las agresiones”.
“Los trabajadores, empresas y todos los chilenos tienen derecho a desarrollar diariamente su trabajo y actividades en un marco de tranquilidad y seguridad”.
Santiago, lunes 18 de abril de 2016.-
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