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Conclusiones del informe sobre Estado de Recursos Genéticos Forestales en el Mundo

  

Se espera que la población mundial actual de 7,2 mil millones alcance los 9,6 mil millones hacia el año 2050. Junto con el crecimiento poblacional, se estima que aumentará también la demanda de energía y productos derivados de la madera en un 40 % dentro de los próximos 20 años. Se espera, asimismo, un aumento en la demanda de otros bienes relacionados con el ámbito forestal (alimentos, medicamentos, forraje y otros productos básicos).

Este primer informe sobre el Estado de los Recursos Genéticos Forestales en el Mundo constituye un paso importante hacia la construcción de la base de información y conocimientos necesaria para tomar medidas destinadas a una mejor conservación y gestión sostenible de los RGF en el ámbito nacional, regional e internacional. 

El informe fue elaborado en base a la información suministrada por 86 países, el resultado de consultas regionales y subregionales, y la información compilada a través de estudios temáticos.

A continuación la síntesis informativa ofrece las principales conclusiones del informe sobre El Estado de los Recursos Genéticos Forestales en el Mundo lea la información en el siguiente link: http://www.fao.org/3/a-i3827s.pdf

1. Es necesario mejorar el acceso a la información y el conocimiento sobre las necesidades de los RGF

Una adecuada gestión de los RGF requiere la disponibilidad de conocimientos precisos e información relativa a especies y ecosistemas. Si bien la estimación más utilizada del número de especies de árboles es de un rango de 80 000 a 100 000, el rango de estimaciones publicadas es mucho mayor, de 50 000 a 100 000, lo que indica la necesidad de un mayor esfuerzo en el área de evaluaciones botánicas para lograr cifras más precisas. 

El estado del conocimiento botánico varía de un país a otro. Muy pocos países cuentan con listados detallados de especies arbóreas que incluyan las características de las especies de manera que permitan la distinción entre las distintas formas de vida vegetal; por ejemplo árboles, arbustos, palmas y bambú. En muchos países no hay información disponible acerca del estado de conservación de las poblaciones de cada especie. 

Los informes de los países mencionan 8.000 especies de árboles, arbustos, palmas y bambú; de estas, solo hay información disponible a nivel genético de unas 500 a 600 especies. El desarrollo colaborativo de una base de datos de los RGF es una necesidad inmediata para mejorar el acceso a información valiosa y evitar la duplicación de esfuerzos y el derroche de recursos.

2. El valor económico es el principal factor en el establecimiento de las prioridades de gestión

El establecimiento de prioridades es crucial para una gestión y conservación de los RGF eficaz, dada la gran cantidad de especies de árboles y otras especies leñosas, y la variación intra específica normalmente considerable en toda su amplitud natural. Las razones para considerar una especie como prioritaria incluyen su valor económico (madera, pulpa, alimentos, dendroenergía, y productos forestales no madereros), cultural, de conservación (biodiversidad, especies amenazadas, especies endémicas, conservación genética, valor científico), y ambiental (p. ej. protección del suelo y el agua, gestión de cuencas hidrográficas y fertilidad del suelo) y la invasividad. Los resultados de los informes de los países indican que el valor económico y de conservación son las dos principales razones para clasificar a ciertas especies como prioritarias para la gestión y conservación de los RGF; cada una de ellas representa dos tercios de las calificaciones.

3. La mitad de las especies forestales señaladas por los países se encuentran amenazadas

La pérdida de especies vegetales o la erosión genética de especies en los ecosistemas forestales se debe principalmente a la conversión de los bosques en tierras para otros usos, la sobreexplotación y los efectos del clima. La proporción de especies amenazadas señalada por los países varía ampliamente, del 7 % en Oceanía al 46 % en América del Norte. No obstante, algunos países incluyen amenazas a nivel poblacional, lo que puede ocasionar grandes variaciones en la cantidad de especies amenazadas señaladas. 

4. Se emplean 8.000 especies forestales y solo un tercio de ellas se gestiona en forma activa

De las 8.000 especies de árboles, arbustos, palmas y bambúes mencionadas en los informes de los países, se informa la gestión activa de cerca de 2.400; en otras palabras, gestionadas específicamente para sus productos y/o servicios. Los países informan que los principales productos y funciones a los que se apunta mediante las actividades de gestión son la madera de construcción (42 %), los productos forestales no madereros (41 %) y la energía (principalmente, leña) (19 %). 

La gran cantidad de especies empleadas y su multiplicidad de productos y servicios indican el inmenso valor de los RGF; sugiere su gran potencial para apoyar a la sostenibilidad agrícola, forestal y ambiental, así como la seguridad alimentaria y nutricional, si fueran mejor evaluadas y desarrolladas.

5. Los mapas de distribución de especies son esenciales, pero rara vez están disponibles

La adecuada gestión de los RGF y el control de sus estados de conservación in situ requieren información de base confiable. El desarrollo de mapas de distribución de especies que muestren las ubicaciones de todas las poblaciones representan un paso esencial para la conservación. No obstante, no muchos países cuentan con los recursos necesarios para incluir el desarrollo de dichos mapas en sus estrategias de conservación. La elaboración de mapas a nivel regional permitiría cubrir una porción más amplia o bien la totalidad del rango de distribución de especies.

6. La mayoría de las especies se conservan in situ, en bosques plantados y regenerados naturalmente 

Las medidas de gestión de los RGF comúnmente se adoptan en el ámbito del ecosistema forestal, de especie (interespecífico) o genético (intraespecífico). En gran medida, los RGF se preservan en poblaciones silvestres y se gestionan en bosques regenerados naturalmente, salvo por ciertos géneros y especies comerciales de producción de madera que atraviesan una mejora genética intensiva de árboles (por ejemplo, acacia [Acacia spp.], eucalipto [Eucalyptus spp.], álamo [Populus spp.], pino [Pinus spp.] y teca [Tectona grandis]). 

En muchos países, las poblaciones silvestres de plantas y los afines silvestres de las plantas cultivadas se conservan en áreas protegidas y/o en terrenos forestales regenerados naturalmente. 

Algunos ejemplos incluyen Malus spp. en Asia central, cafeto arábigo (Coffea arabica) en Etiopía y eucalipto (Eucalyptus spp.) en Australia. 

Asimismo, los agricultores contribuyen a la conservación de poblaciones de muchas especies arbóreas a través de prácticas agroforestales tradicionales. El karité (Vitellaria spp.) es un ejemplo de las zonas semiáridas tropicales de África.

7. Los programas de conservación ex situ eficaces se limitan a ciertas poblaciones y especies 

Los programas de conservación ex situ continúan estando limitados a ciertas especies de importancia económica que atraviesan una mejora genética intensiva o que se encuentran seriamente amenazadas, con las graves consecuencias financieras que ello acarrea. 

El Banco de Semillas del Milenio, con sede en Kew, Reino Unido, alberga a la mayor colección de especies de plantas silvestres del mundo para el almacenamiento de semillas a largo plazo. Cubre el 10 % de las especies de plantas silvestres del mundo (incluidas muchas especies forestales) y su objetivo es conservar un 25 % hacia 2020.

De las 2.400 especies gestionadas de manera activa, alrededor de 700 se gestionan en bosques plantados y aproximadamente la misma cantidad se encuentra incluida en programas de mejora de árboles. En algunos países, los bosques plantados y los ensayos contribuyen con los programas de conservación ex situ

8. La mejora de árboles incrementa ampliamente la productividad y ofrece un gran potencial de adaptación al cambio climático

En las últimas décadas, los organismos estatales y el sector privado sometieron una mayor variedad de especies de árboles a programas de mejora genética formal y domesticación para producir madera de construcción, pulpa, leña y productos forestales no madereros, y para brindar funciones de servicio forestal. Los programas de mejora genética de árboles tienen la capacidad de mejorar la producción de árboles y bosques plantados de manera sostenible, y son necesarios para satisfacer la creciente demanda mundial de servicios y productos forestales. 

A través de programas de mejoramiento de árboles, es posible incrementar la productividad en un 10 % al 60 %, dependiendo de los productos que se tomen como meta (madera, frutas, hojas, resinas) y las especies. 

Algunos ejemplos de especies de árboles en programas intensivos de mejora genética y selección de los países incluyen eucalipto (Eucalyptus spp.), pino (Pinus spp.), álamo (Populus spp.) y teca (Tectona grandis).

El mejoramiento de híbridos se emplea en muchos países para producir árboles con capacidades productivas superiores (a través de heterosis), también para incorporar genes para crear resistencia a enfermedades. Algunos ejemplos incluyen híbridos de eucalipto, híbridos de Larix y Populus, e híbridos de Pinus. 

La mejora de árboles también tuvo un papel importante en la búsqueda de características adecuadas para la adaptación a diversas condiciones ambientales, incluidas aquellas que se asocian con el cambio climático. Estos esfuerzos se fundamentan en un mejor entendimiento de la estructura genética dentro de poblaciones de especies y entre estas.

9. La tecnología emergente abre nuevos caminos para la gestión y conservación de los RGF

En la actualidad, una línea de herramientas biotecnológicas contribuyen al conocimiento de los recursos genéticos forestales. En los bosques naturales, la biotecnología contribuye al conocimiento de la variación genética dentro de las poblaciones de especies, o entre estas. En los programas de mejora de árboles, las herramientas biotecnológicas tales como las técnicas de propagación vegetal mejorada y la selección de árboles asistida por marcadores están realizando aportes significativos. 

También se está empleando la genómica en la silvicultura como herramienta para mejorar la conservación, por ejemplo, a través del desarrollo de bancos de ADN. La biotecnología ofrece medios innovadores para controlar la explotación forestal ilegal, mediante el uso de huellas de ADN en el seguimiento de la madera. Se ha explorado la modificación genética para incrementar o mejorar la producción de madera en algunos países. No obstante, no se informó de ninguna plantación comercial. 

Unas 241 especies de árboles, de las más de 700 señaladas por los países como integrantes de programas de mejora de árboles, se encuentran incluidas en investigaciones biotecnológicas. Varios países, incluidos algunos países tropicales, han informado el desarrollo de plantaciones de clones a gran escala de algunas especies de importancia económica (por ejemplo, eucalipto (Eucalyptus spp.) y teca (Tectona grandis) mediante el uso de biotecnología.

10. Las políticas y los marcos institucionales son insuficientes

Debido a la escasa conciencia acerca de la importancia de los recursos genéticos forestales para la mejora de la producción forestal, la mejora de ecosistemas y mejora de la adaptación de especies de árboles a las condiciones climáticas cambiantes, los marcos regulatorios y las políticas nacionales sobre los RGF son, en general, ineficaces o inexistentes. La mayor parte de los países en desarrollo carecen de las capacidades técnicas e institucionales y la financiación necesarias para resolver las cuestiones relativas a los RGF. En consecuencia, el marco institucional y de políticas debe ser mejorado para tratar las limitaciones relativas a la conservación, el uso sostenible y el desarrollo de los RGF. Muchos países identifican como prioritaria la integración de asuntos sobre RGF en una política forestal más amplia. 

 
 
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