Para el presidente de CORMA, Fernando Raga, la industria forestal chilena ha alcanzado una madurez que le permite abordar una feria de esta naturaleza para promover decididamente la construcción industrializada de viviendas, oficinas, comercio y obras civiles en madera en Chile. A la vez, prevé que la muestra también puede abrir nuevos nichos y oportunidades para la pequeña y mediana empresa maderera, así como para todos los proveedores de elementos constructivos y de diseño sustentables.
¿Qué motivó a CORMA a organizar una feria de esta naturaleza?
La decisión se basa en el foco que tiene CORMA en el desarrollo de la industria forestal sustentable y la construcción en madera en Chile. Con este fin actualmente desarrollamos dos eventos. Uno es Expocorma, orientado a la silvicultura, operaciones forestales y madereras e industria de la celulosa, que lleva años funcionando bien en Concepción y que está consolidada. Y el otro, es la Semana de la Madera que se realiza anualmente en la Estación Mapocho de la capital, y que se ubica en la otra punta de la cadena de valor. En ella promovemos diseño, innovación, ingeniería y arquitectura en madera.
Entonces, faltaba una parte y COMAD viene a cerrar ese espacio, asumiendo todo el tema de impulsar la construcción en madera en Chile, que no es una cosa simple, porque no está dentro de la cultura nacional construir en madera como primera opción.
Además, al promover la construcción de calidad en madera, estamos impulsando otra función del sector forestal que cada día se vuelve más relevante: contribuir a la meta de reducción de emisiones que asumió Chile en la XXI Conferencia sobre el Cambio Climático en París.
¿Por qué los chilenos no construimos masivamente en madera?
Básicamente, por una razón cultural. Procedemos de culturas mediterráneas del sur de Europa donde por siglos se ha construido en piedra, ladrillo y adobe, a diferencia de los países de centro y norte de Europa donde siempre han optado por la madera.
A ello se suma que la madera tiende a ser vista como algo romántico y antiguo. Pero es, sin duda, el material constructivo del siglo XXI, porque a sus virtudes tradicionales como aspecto agradable y calidez y estética, suma propiedades, por lejos, muy superiores a otros materiales tanto en materia de aislación, como captura de carbono y emisión de menos contaminantes y además es un recurso renovable.
¿El país está preparado para abordar la construcción industrializada de viviendas?
La materia prima básica existe, pero claramente entre un tronco y una casa de madera industrializada hay un abismo de valor agregado que introducir. El mercado de elementos constructivos no está desarrollado. Y ahí vemos una oportunidad para pequeñas y medianas empresas.
Nuestro sector está en un grado de madurez respecto a su expansión y tiene que hacerse cargo de generar también oportunidades para todos los que trabajan dentro de él. Tenemos una industria integrada de clase mundial y también hay vastos sectores de pymes de distinto tipo y entre ellas las que se dedican a la producción de madera.
¿Qué nuevos mercados pueden ser una opción para las pymes madereras?
Es muy importante tener presente y es una voz de alerta, que el suministro de madera en Chile ya no va a seguir creciendo y ahí las pymes tienen que mirar de otra manera el futuro. Eso significa que tenemos que hacer más valor con lo mismo o el mismo valor con menos.
Y tenemos una gran opción en casa, que es expandir el uso de la madera en construcción industrializada. Esto permitiría generar, eventualmente, elementos tecnológicos modulares que se prestan mucho para el desarrollo de una industria maderera de mayor valor agregado, orientada a la construcción. Entonces para nosotros, eso es muy importante. Estamos convencidos que Chile tiene todas las condiciones para ser un referente de construcción industrializada sustentable en madera en el mundo.
¿De qué manera Corma trata de revertir mitos en torno a construcción en madera?
La madera ha ido penetrando fuertemente en la construcción, especialmente industrial. Se presta mucho para arquitectura. La gran mayoría de las nuevas viñas tiene recintos construidos con vigas laminadas y madera. Y eso indica que los criterios racionales y técnicos en favor de la madera han ido ganando espacio. En la construcción de casas también hay más presencia de madera, aunque las personas no lo adviertan así.
Entonces, uno de los objetivos es penetrar con más fuerza en los mercados donde ya estamos, que es construcción industrial. Y también queremos mostrar que se puede construir en altura con madera. Que la gente vea edificios de 4-5 pisos o más, construidos en madera y aprecie que no es un material de segundo orden.
Es un esfuerzo lento, pero estamos en la posición de hacerlo, porque además hay elementos externos que ayudan, como la mayor conciencia ambiental. El problema del cambio climático obviamente resalta las virtudes de la madera y la gente la mira con otros ojos.
También hay sectores con muchas ganas de trabajar, que quieren mejorar sus tecnologías y que pueden encontrar un amplio campo en avanzar en los temas de elementos para la construcción industrializada de madera aquí en Chile.
¿Existen ya ejemplos de construcción en altura con madera en el país?
En la época en que se desarrollará COMAD estará en plena construcción un proyecto de edificios de madera de tres pisos en Chañaral, Región de Atacama y probablemente también otro de cuatro pisos en Talcahuano. Son las primeras incursiones en construcción en altura para viviendas familiares.
Estos proyectos son resultado de un trabajo conjunto de la CORMA y el Centro de Innovación en Madera UC, donde participan empresas y universidades, con el Ministerio de la Vivienda y Corfo, para avanzar decididamente en la construcción industrializada en madera y la construcción en altura en el país.
¿Qué oportunidades abre una industria de elementos constructivos en madera?
El desarrollo de una industria de construcción industrializada sustentable en madera, abre un amplio espectro de negocios. Por ejemplo, los aserraderos pequeños y medianos podrían encontrar un mercado para postes y vigas de madera estandarizadas, que después se emplean para elementos más grandes como ciertos módulos de madera e incluso ir más allá y construir elementos completos de casas prefabricadas: muros perimetrales o estructurales, losas, cerchas o simplemente forros de muro.
Hay técnicas de construcción en madera que emplean elementos muy robustos como el ‘cross laminated timber’, que es como un terciado pero de tablas, que permite construir muros sólidos de madera, de cualquier espesor, tremendamente resistentes, que se pueden utilizar para la construcción en altura. Es un sistema que permite soportar los pesos sobre los muros y no necesariamente sobre vigas o postes.
¿Qué novedades encontrará el sector forestal y maderero en COMAD 2016?
Aspiramos a que sea un centro generador de negocios y difusor de tecnología. Habrá un ciclo de seminarios con expertos internacionales, donde se darán a conocer los últimos avances y experiencias más innovadoras en construcción industrializada y en altura con madera.
Partiendo de la base que la madera es el principal material de construcción sustentable, queremos también mostrar la oferta que existe en el país de otros elementos sustentables de construcción que van desde aislación, hasta iluminación de bajo consumo, eficiencia energética, paneles solares, etc.
Probablemente también tendremos una muestra de elementos constructivos en tres dimensiones a escala real, en exteriores, porque ya tenemos expositores interesados en presentar estructuras.
Y, finalmente, esperamos que se concreten alianzas entre empresas chilenas y extranjeras por ejemplo, para producir elementos constructivos en madera a nivel industrial para casas prefabricadas o construcciones modulares y potenciar así una cadena de valor en Chile.
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