En Chile existen más de 23 mil pequeños propietarios de plantaciones forestales, muchos de los cuales, especialmente en el Maule, perdieron años de trabajo y esfuerzo y casi todo su patrimonio invertidos en el cultivo de bosques. Ello, porque las pymes en su gran mayoría no cuentan con seguros de esta naturaleza y sólo un porcentaje no mayor al 3% pudo recuperar algo del capital perdido.
Los alcances y beneficios de esta herramienta, desarrollada por el Instituto Forestal –INFOR– para identificar el nivel de riesgo de una plantación o bosque nativo frente a un posible incendio y así posibilitar que tenga acceso a un seguro, fueron el tema central de un taller, organizado por el Ministerio de Agricultura en la Región del Biobío.
Conocido por su sigla como SAFOR, este procedimiento evalúa y certifica las plantaciones en tres niveles de riesgo frente a un posible incendio: bajo, medio y alto, en relación con lo que establece la Norma Chilena NCh3380 y sus criterios de medición del peligro que puede adquirir un predio forestal.
Una vez estimado el riesgo que arroja la inspección efectuada a la plantación, los pequeños propietarios pueden obtener el seguro mediante un descuento que subsidia el Estado, el cual alcanza el 50% del total de la prima.
El ingeniero civil en industria forestal, Juan Miguel Ruiz, representante de Forestsur, empresa especializada en seguros forestales y una de las primeras en implementarlo, explica que el Sello SAFOR, básicamente lo que hace es “certificar y medir el riesgo de una plantación o bosque nativo. Esa medición tiene asociada automáticamente una condición de seguro, tasa, deducible y una durabilidad del sello por 3 años, además de estar certificado con subsidio estatal que descuenta el 50% de la prima. Lo mejor de todo, es que permite asegurar a las mismas tasas de las grandes empresas, a un pequeño propietario que posee 10 hectáreas”, comenta Ruiz.
Tras los incendios del último verano, el Sello SAFOR surge como una gran opción para los pequeños y medianos propietarios y empresas PYME que poseen predios forestales que no están asegurados, frente a un eventual siniestro que afecte sus propiedades y deje a los dueños con pérdida total. En caso de incendio, el seguro protege el 100% del monto asegurado del territorio menos un deducible de un 10%.
De hecho, en el devastador mega incendio que afectó al país el verano pasado, del total de 4.316 hectáreas–que entonces estaban aseguradas con el sello SAFOR-, el 24% se quemó y pese al lamentable suceso, los propietarios de las plantaciones afectadas podrán seguir trabajando en su rubro debido a los beneficios que les ofrece el sistema integrado sello SAFOR, seguro y subsidio de Agroseguros.
Génesis de SAFOR
La Directora del proyecto SAFOR del INFOR, Verónica Loewe, cuenta que la idea de implementar un seguro de esta naturaleza surgió hace más de una década. “Se vio que existía una dificultad de la Pyme para contratar pólizas contra incendio, dada la inexistencia de un sistema de evaluación del riesgo de incendio con estándares aceptados por el mercado asegurador”.
Este inconveniente se logró solucionar cuando se creó e implementó un sello de clasificación de riesgos de incendio para plantaciones forestales –SAFOR-, proyecto que fue ejecutado por este organismo y financiado por la FIA (Fundación para la Innovación Agraria), junto a asociados del mundo público y privado, y de seguros.
La profesional comenta que el proyecto apuntó a resolver una carencia del mercado financiero que afectaba a la Pyme con plantaciones no aseguradas, en particular a 18.958 propietarios y 814.014 hectáreas desprotegidas ante eventos catastróficos, y generar un mecanismo que les permitiera acceder a pólizas contra incendios rurales, hasta entonces prácticamente inaccesibles.
Tras el diseño del mecanismo, el INN (Instituto Nacional de Normalización) desarrolló la norma estándar para medir y calificar los riesgos silvícolas y se creó un equipo técnico especializado en incendios que desarrolló la norma NCh3380. Tras su elaboración, se puso en marcha y comenzó la captación y preparación de los inspectores en terreno y a enero de 2017 ya existían 4.500 hectáreas certificadas distribuidas en 32 pequeños propietarios.
“Este sello es clave para enfrentar la prevalencia de incendios debido a las mayores temperaturas y a las menores precipitaciones derivadas del cambio climático”, destaca Loewe para comprender el porqué del SAFOR.
Opinan Asegurados
Luciano Bravo y Juan Pablo Bravo, miembros de la Sociedad Agrícola y Forestal La Palmilla de Pumanque -cuyo predio fue dañado por el mega incendio que se desarrolló en la Región de O’Higgins en enero de este año-, cuentan con el sello SAFOR y valoran el rigor y profesionalismo de la certificación.
“El inspector fue a ver nuestra plantación de 190 hectáreas de eucalipto y estuvo dos días revisando árbol por árbol, fue un trabajo sumamente profesional y estoy muy agradecido de eso”, afirma Luciano Bravo, acerca de la labor que cumple el encargado de revisar el predio.
Para Juan Pablo Bravo, contar con esta herramienta “ha sido una bendición”, porque representa “un sustento económico y moral muy grande para la gente”. Agrega que espera que el mecanismo se vuelva masivo y sus beneficios sean conocidos por más personas”.
En qué consiste y cómo conseguirlo
El sello consta de dos elementos: la norma técnica que describe cómo evaluar técnicamente el riesgo, y el sello, que valida y visibiliza en el mercado el cumplimiento de la norma sobre la base de una inspección, y del cumplimiento de procedimientos que conducen a su obtención.
Para obtener el Sello SAFOR, los pequeños propietarios deben en primer lugar, pedir al INFOR una inspección del terreno para cuantificar los riesgos y peligros de la plantación. Luego, completar una ficha predial en la que se resumen las características de la propiedad.
Una vez realizado el estudio, por parte de un profesional especializado en la inspección de rodales del lugar, el INFOR entrega la calificación del riesgo asegurable de la plantación y el certificado correspondiente. Posteriormente, con el certificado respectivo, este organismo se coordina con Agroseguros, un organismo estatal que subsidia el seguro. Concluido este paso, y si el dueño acepta las condiciones del acuerdo, su plantación estará asegurada con el sello SAFOR.
Próximos desafíos
Para Juan Miguel Ruiz este sello “es una innovación a nivel internacional, porque es primera vez en el mundo que se hace una norma que mide el riesgo para el incendio” y, por lo mismo, le augura un futuro promisorio, proyectando que en el futuro otras 30.000 hectáreas podrían contar con este tipo de cobertura.
Al respecto, hace ver que si bien inicialmente participaba sólo una empresa aseguradora -R & BMG Asociados- en el proceso, a partir de junio de este año se han sumado otros corredores de seguros a la promoción del SAFOR.
La ejecutiva del INFOR, en tanto, cree que el principal desafío ahora es “crear una cultura de seguros forestales en la Pyme y difundir esta solución a parte importante del mercado objetivo, es decir, pequeños propietarios de plantaciones y empresas Pyme de cualquier región de Chile”.
Corporación Chilena de la Madera | Santiago: (+56 2) 2331 4200 jvega@corma.cl • Maule: (+56 71) 267 1047 cormamaule@corma.cl • Biobío: (+56 41) 291 1823 gerenciabiobio@corma.cl Araucanía: (+56 45) 264 2108 araucania@corma.cl |