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“Participación activa de comunidad es clave en prevención de incendios”

Planteamiento fue formulado por Fernando Raga, presidente de la Corporación de la Madera, en panel sobre incendios realizado en el Primer Foro Internacional 911Chile: Seguridad Pública, Emergencias y Catástrofes, realizado a fines de agosto en Santiago.
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Mientras el país todavía sufre los embates de un crudo invierno con fuertes lluvias en el sur y bajas temperaturas, el sector forestal se organiza y afina estrategias para enfrentar la temporada estival que se viene con nuevos programas y planes para prevenir los incendios rurales.
 
El presidente de la Corporación de la Madera, Fernando Raga, sostuvo que los mega incendios que afectaron la zona central del país en enero de este año, revelaron que “en Chile estamos muy mal preparados para incendios de interfaz (zona en que confluyen poblados con áreas boscosas), y que para prevenir estos desastres “es clave involucrar a la comunidad en todo el proceso y definición de los protocolos a seguir frente a una emergencia; además, de reducir la ocurrencia, ya que gran parte tiene origen intencional; y coordinar los esfuerzos de todos los involucrados en el combate y prevención de los incendios”.
 
Durante un panel sobre incendios forestales realizado en el marco de la Expo911 en la Estación Mapocho de Santiago, el dirigente contó que el sector privado está impulsando una iniciativa denominada “Red de Prevención Comunitaria”. Explicó que el proyecto apunta a “trabajar los planes de prevención de los incendios directamente con las comunidades urbanas y quienes viven cerca de los bosques”.
 
“La gente que habita en zonas urbano-rurales, muchas veces desconoce el riesgo e incluso se instala cada vez más cerca de los bosques, formal o informalmente, por eso creemos que todos los actores sean forestales, agricultores, pymes, municipios, vecinos, bomberos y otros, tienen que desarrollar en conjunto y de manera colaborativa un protocolo de acción para prevenir y enfrentar un eventual incendio, al igual como hoy se hace en todo el país con motivo de otros desastres naturales”.
 
En paralelo, sostuvo que debe haber una legislación que exija a los municipios estar adscritos a este trabajo de prevención y de gestión de emergencia “que incluya ejercicios y simulacros por lo menos una vez al año para ver en forma práctica cómo hay que actuar en la interface cuando se produce un incendio rural, al igual como hacen las ciudades costeras en caso de tsumani”.
 
Recordó que históricamente se han quemado en Chile del orden de 50 -58 mil hectáreas de todo tipo de vegetación y el incendio de este verano fue diez veces mayor; y la mitad de la superficie quemada correspondió a plantaciones de pequeños propietarios.
 
El presidente de CORMA indicó que si bien las principales empresas cuentan con recursos y personal capacitado para combatir estos siniestros y proteger su patrimonio, en los incendios del verano se enfrentaron a situaciones inéditas como combatir 60 incendios simultáneos y en un 50% de las veces en terrenos de vecinos o pequeños propietarios de bosques que no cuentan con recursos ni capacitación para enfrentar estas emergencias.
 
Al respecto, planteó que en el sector forestal chileno conviven 22 mil propietarios de bosques plantados y que el 63% de las plantaciones de eucalipto está en manos de pequeños y medianos propietarios, diversidad que plantea un problema para definir una estrategia común, “porque no hay una sola mirada o una sola voz, y hay criterios distintos sobre podas preventivas, cortafuegos e incluso sobre el tipo de vegetación susceptible de ser afectada por el fuego”.
 
“Por eso, nuestro foco está en mejorar el trabajo con las comunidades urbanas y quienes viven cerca de los bosques”, ya que al final nuestra gran preocupación es una sola: “cómo asegurar a la gente que vive cerca de los bosques. Y en este sentido, no hay incendio más exitosamente combatido, que el que no se produce”, concluyó. 
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