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Sector público y privado, unidos para reactivar Pymes forestales del Maule

Durante los últimos cuatro meses se viene trabajando en diagnósticos certeros e implementación de programas de reconstrucción e incentivo a la reactivación de la pequeña industria forestal maulina, luego de los violentos incendios que dejaron graves secuelas en el Maule.
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La Región del Maule concentra la mayor cantidad de pequeñas pymes forestales y madereras del país, que hoy enfrentan las difíciles consecuencias de los mega incendios rurales de enero y febrero pasado, que consumieron en el Maule 289 mil hectáreas de vegetación, 1.500 casas, cerca de 50 instalaciones industriales, como: aserraderos, barracas, impregnadoras y maquinaria especializada.

En la zona, existen 217 instalaciones industriales que procesan madera, de las cuales 192 son medianas y pequeñas instalaciones, de igual tipo de propietarios. Al dato anterior se debe agregar que la región antes de los incendios contaba con 550 mil ha de bosques productivos, de los cuales un 60 % pertenecen a medianos y pequeños propietarios, los que en similar proporción se quemaron, no obstante, sus pérdidas fueron en la gran mayoría de los casos, de la totalidad de su pequeño patrimonio.

Los incendios quemaron al menos 185 mil hectáreas de bosque productivo afectando comprometiendo seriamente el futuro productivo de mucha pequeñas empresas y colocando en riesgo inmediato, al menos unas 330 fuentes laborales de trabajadores, en que la mayoría, también perdieron sus viviendas. Es decir, un escenario sumamente complejo.

Es precisamente en este segmento PYME donde la Corporación Chilena de la Madera sede Maule y la Corporación de Fomento Productivo –CORFO-, en esta primera etapa, se ha puesto el foco para una inicial y paulatina reactivación productiva de las instalaciones dañadas.

En sus oficinas en Constitución, Leonardo Vergara, gerente de CORMA sede Maule, cuenta que “desde febrero estamos trabajando con CORFO y hemos logrado establecer una línea base para reactivar de la mejor manera a las Pymes forestales dentro de las condiciones nuevas que tenemos y que son bastante difíciles”.

Antes de los incendios, la Región del Maule era, después de Biobío, la segunda con mayor cantidad de plantaciones de pino radiata, con una creciente producción de dicha materia prima. 

Hoy con la quema de 185 mil hectáreas de plantaciones y casi 280 mil de  bosque nativo, más bosques mixtos y matorrales, las condiciones se han revertido y el gerente regional de CORMA advierte que habrá un problema de falta de materia primera que se extenderá por al menos cinco años. Es más, sostiene “hay que considerar que el proceso de reforestación y por ende normalización, durará al menos diez a quince años”.

Para enfrentar este nuevo escenario CORFO dispondrá de fondos de inversión por US$120 millones para recuperar alrededor de 30 mil hectáreas de plantaciones comerciales de pequeños y medianos propietarios forestales.   

“Estos fondos para las pequeñas y medianas empresas madereras son los más importantes generados en los últimos 30 años y tendrán un sistema de apalancamiento 2 a 1 entre CORFO e inversionistas privados. Irán en ayuda directa de las pymes afectadas por los incendios y permitirán recuperar su superficie plantada”, afirmó el director regional, Carlos Leppe. 

Adicionalmente se trabajará en el fortalecimiento de contratistas forestales, lo que incluye la capacitación de mano de obra especializada.

A ello se suma,  el apoyo financiero estatal para ir en apoyo de los pequeños y medianos productores madereros maulinos que perdieron sus instalaciones y maquinaria. “Se han generado dos instrumentos que tienen como finalidad poner de pie al sector productivo además asegurar las fuentes de trabajo”, comenta.     

El personero detalla que a través de un programa de Inversión productiva (IPRO) y otro de Apoyo a la Reactivación (PAR), se han entregado 56 bonificaciones, 29 de hasta $40 millones cada una y 27 de hasta $6 millones para la reparación de instalaciones y compra de maquinaria.

Leonardo Vergara destaca que estas medidas de reactivación están comenzando a dar frutos para los mipymes, y que ello ha sido posible, gracias a un estrecho trabajo de colaboración entre las autoridades regionales, y los organismos el sector público y privado maulino.

El empresario maderero Claudio Collari, propietario del Aserradero Mallorca, donde trabajan 38 personas y que tuvo pérdidas por $250 millones, mira con esperanza estas iniciativas. “Tenemos la confianza en que todo lo que se ha planteado va a ser realidad, como los subsidios por plantaciones y el trabajo para programas de abastecimiento de la pequeña y mediana empresa donde está el fuerte del sector forestal regional”. 

Y luego recuerda que en el Maule “hay pequeñas y medianas empresas que perdieron el 80% y hasta el 90% de su patrimonio”, por lo cual estima que “necesariamente tiene que haber un trabajo en conjunto entre nosotros, con las grandes empresas y el Estado”. 

Junto con lo anterior, CORMA y CORFO coinciden en la necesidad de trabajar en la implementación de nuevas medidas de prevención para evitar que la próxima temporada se produzcan incendios de la misma magnitud.

Para ello, Leonardo Vergara cuenta que ya se han establecido mesas regionales y provinciales de trabajo, donde participan autoridades locales, organismos públicos y servicios de emergencia, más las empresas, tendientes a generar estas políticas de prevención en las pymes forestales y madereras.

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