En 1850 la colonización alemana en el sur de Chile, produjo una serie de influencias en diversos ámbitos de la sociedad actual. La mezcla de culturas, educación, costumbres y arquitectura, son algunas de las características que se encuentran en la ciudad de Valdivia cuando un visitante decide recorrerla.
A partir de ello, se ha instaurado un Circuito Patrimonial Arquitectónico, con un gran foco turístico en las casas de madera con más de 100 años de antigüedad y que han soportado hasta el terremoto más grande de la historia en 1960.
Las casonas que integran este circuito son: Casa Martens Hoffmann; Casa Kaheni; Casa Ex Correo De Valdivia; Casa Hoffmann Deppe; Casa Noelke Pausenberger; Residencia Von Stillfried; Casa Pausenberger; Casa Ehrenfeld; Casa Commentz Hoffmann y la Casa Monge Anwandter.
Para el arquitecto independiente y profesor adjunto de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Austral de Chile – UACH, Pablo Ojeda, una de las fortalezas de las construcciones alemanas en Valdivia, es que “tienen un valor patrimonial inicial porque son de las pocas cosas que quedan de nuestro espacio construido valdiviano. Las cosas existen porque han sabido adaptarse a los distintos cambios que hay en la sociedad, las cosas que no se adaptan desaparecen, pero las que quedan han sabido tener los nuevos usos que la sociedad va requiriendo. La mayoría de estas casas de madera se han transformado en espacios de uso público donde su tamaño ha sido un factor relevante, porque esas dimensiones hoy serían impensadas para una casa dormitorio actual”, explica.
Ojeda agrega que “el hecho de haber sido construidas en madera es una ventaja constructiva y tiene que ver con su versatilidad como material y su capacidad de construcción espontánea, es decir, al ser flexible no necesita de un cálculo tan crítico y es una de las razones porque han sobrevivido a tantos movimientos sísmicos”, recalca.
La casa “musical” Ehrenfeld
Las personas que visitan Valdivia por sus ríos navegables, cerveza artesanal y gastronomía pueden hacer una pausa y recorrer estas casonas alemanas que la Cámara Chilena de la Construcción, reconoce como un patrimonio arquitectónico. Valdivia al ser una ciudad a escala, se puede recorrer a pie en un circuito donde la calle General Lagos, se transforma en un paseo cultural si se realiza con tiempo.
El proyecto de restauración de la Casa Ehrenfeld, que alberga al Conservatorio de Música de la Universidad Austral de Chile (UACh), fue el primero en la Región de Los Ríos que se adjudicó el Fondo del Patrimonio 2013. La directora regional de Cultura de Los Ríos, Lorenna Saldías, explica que “sabemos que el patrimonio cultural, es una pieza clave en la construcción de nuestra memoria e identidad. Estos edificios poseen un valor patrimonial en sí mismos, pero también por lo que generan en su entorno, los usos sociales que se les dan y la vida cultural asociada a ellos”. Agrega que, sin duda, “son un aporte en lo cultural, arquitectónico y turístico”, enfatiza
Agrega que “en el caso del Conservatorio de Música de la UACh, se destaca su valor social al albergar la actividad musical y cultural, conformando además parte fundamental del circuito urbano, social y turístico de su entorno, como inmueble de conservación histórica emplazado en una zona típica como es la calle General Lagos”, puntualiza.
Ejemplos de buena construcción en madera
El arquitecto, Pablo Ojeda, destaca las ventajas de haber construido estas casas en madera en términos del clima y adaptación. “En una ciudad tan húmeda y lluviosa como Valdivia, la madera es muy versátil si uno la compara con el hormigón. Yo me siento mucho más tranquilo en construcciones cuando han sido ejecutadas en madera. Además, se usa una tecnología conocida hace mucho tiempo y existe mucha capacidad instalada en la mano de obra valdiviana. Esa es una de las ventajas que permite el trabajar con una tecnología que ya está instalada”, afirma.
Ojeda estima que es difícil identificar cuáles son sus casonas favoritas, pero reconoce que hay ciertas tipologías que se destacan. “Por ejemplo, lo que fue el antiguo Hotel Schuster y que hoy es el Centro de Estudios Científicos, por su geometría clara y sus proporciones. También son admirables, las que son más residenciales como es el caso del Centro Cultural Austral. Hay un estándar de construcción muy elevado”, señala.
Ruta Arquitectónica
Tirza Barría, es arquitecta y docente del Instituto de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Austral de Chile, la experta explica que “estas construcciones cercanas al siglo XIX, tienen sistemas constructivos en base a técnicas que trajeron los colonos alemanes y las adaptaron utilizando como materia prima la madera nativa. Eso significó que el tipo de madera generara espacios muy amplios como las logias donde se encontraba la cocina, los comedores y la implementación de sótanos que permitían que las casas tuvieran cierta independencia con el suelo”, recalca.
Barría agrega que “la madera de roble y pellín fue muy utilizada en estas construcciones, además de que fueron recubiertas con otros materiales. Esto permitió que la materia prima fuera protegida en su interior con una estabilidad de temperatura, fomentando esa elasticidad característica de las maderas nativas que no la tiene ningún otro material”, afirma.
Las casonas alemanas de Valdivia, pueden ser visitadas en cualquier época del año, permanecen abiertas y son uno de los destinos que toma fuerza en la ciudad. El visitante puede caminar por la calle Yungay y llegar a la Casa Martens Hoffmann, donde se encuentra el Centro Cultural Austral, sitio que alberga exposiciones de diferentes artistas. Después puede seguir por la misma calle y llegar a la Casa Kaheni, seguir avanzando y llegar a la Casa Hoffmann Deppe, frente al Torreón. Y así seguir transitando por la calle General Lagos hasta llegar hasta la Casa Paulsenberg y continuar con el Conservatorio de Música de la Universidad Austral (Casa Ehrenfedl).
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