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Botánica Forense: el “CSI chileno” para investigar robos de madera

  

Esta especialidad científica ha contribuido a dilucidar distintas investigaciones policiales y ahora también es una herramienta clave para investigar el robo de madera en la Araucanía.

Pocos se imaginaron el alcance que lograría este proyecto, porque el primer desafío era complejo: extraer ADN vegetal de los árboles, o de los restos que dejan cuando son cortados. Tras lograrlo exitosamente, como una “bola de nieve” fueron aumentando las tareas hasta convertirse en lo que hoy son, un laboratorio de botánica forense en la Araucanía, donde tanto la PDI como la Fiscalía llegan con evidencia para investigar. Hojas, aserrín, trigo, trozas de madera, troncos… todo tiene un origen y la labor de estos investigadores es averiguarlo

El proyecto

“Fuimos el único proyecto de la región aprobado ese año (2012)”, comenta orgulloso el Dr. Ángel Gabriel Vivallo, que lideró a los investigadores de la Universidad Católica de Temuco, quienes junto a la Policía de Investigaciones de Chile – PDI y fiscales del Ministerio Público, detectaron un conjunto de problemas en los delitos o crímenes relacionados al ecosistema y la vegetación, que dificultaban las investigaciones

Con el objetivo de solucionar esas dificultades, comenzaron a trabajar, postularon a un concurso Fondef y ganaron los fondos con el proyecto “La botánica forense en la investigación policial”. Así crearon el primer laboratorio de la especialidad en Chile, Sudamérica y el mundo, ya que en él convergen especialistas de la UCT, la PDI y otras universidades.  

Actualmente es un laboratorio virtual con redes internacionales en América, Europa y Australia. En él trabajan especialistas con doctorados en socio-economía, genética, botánica, química, ciencias veterinarias, especialistas en micología, polen, en sucesiones vegetales, en árboles de interés económico, además de investigadores altamente especializados y experimentados de la PDI, contando además con la conducción jurídica de la Fiscalía. Aportan al proyecto también la Corporación Chilena de la Madera –CORMA- y Forestal Mininco. 

Su director asegura que “somos el único proyecto en el mundo que abarca un campo casi global del ecosistema”. Y no es lejano a la realidad, ya que en Francia por ejemplo, el Instituto de la Investigación Criminal de la Gendarmería Nacional (IRCGN) tiene una división criminalística. El FBI tiene también un espacio para esta ciencia, al igual que Costa Rica, Inglaterra, Japón, Estados Unidos, Colombia, España, Australia, Nueva Zelanda, Italia y Brasil. Sin embargo, el doctor Ángel Gabriel sostiene que a la fecha ningún proyecto  abarca tantas especialidades  simultáneamente como el de Temuco “y con pocos recursos”, agrega el académico. 

Recursos que han logrado cuidar gracias a que físicamente el proyecto lo desarrollan al interior de la Universidad, ocupando los laboratorios de la Facultad de Recursos Naturales en la Escuela de Agronomía y los de la PDI. Incluso, en octubre del año pasado se realizó en la Universidad Católica de Temuco el Primer Congreso Internacional de Botánica Forense, con el apoyo de CORMA y las empresas Arauco, Mininco y Masisa.

La investigación 

“Los delitos en los que trabajamos son diversos, y abarcan desde el daño al medio ambiente, incendios en zonas rurales, robos en predios agrícolas a los de alta violencia contra las personas”, asegura el Dr. Vivallo, siendo los más frecuentes el hurto de madera desde predios forestales. 

Cuando comenzaron el proyecto tanto las policías como la fiscalía apuntaron a esta área, porque este delito ha ido en aumento y las técnicas y metodologías de investigación eran muy escasas.

“Hemos ya colaborado en casos donde se han fiscalizado camiones y sorprendido a personas con madera nativa que fue talada ilegalmente”, cuenta Mario Romero, Doctor en Ciencias Forestales y uno de los especialistas que integran este laboratorio, que detalla además que han trabajado en varios casos de robo y hurto de madera, entregando pruebas contundentes. Incluso en uno de ellos, lograron exculpar a un imputado, tras corroborar que la distribución de los anillos de crecimiento y el comportamiento genético del bosque en litigio, no correspondía al material encontrado al acusado.

La botánica forense de esta manera se ha convertido en “un aporte vital” aseguran en CORMA, donde el presidente del gremio en la Araucanía, Patricio Santibáñez, apunta a que desde Arauco al sur el robo de madera es cada vez más recurrente, por lo cual esperan que este laboratorio continúe entregando “pruebas decisivas, para acreditar delitos”. 

A la fecha, siete investigaciones de robos de madera ya han utilizado al laboratorio. En todos ellos, los resultados de las pericias se han entregado a los organismos competentes quienes las han procesado de acuerdo al procedimiento judicial.

Metodología

La metodología y tecnología con que opera esta área de la ciencia se ha vuelto sumamente necesaria para la Fiscalía, uno de los grandes aliados del laboratorio. Su vocero en la Araucanía, Roberto Garrido sostiene que “los estándares del proceso penal son muy rigurosos, y por lo tanto, la claridad que nos pueda aportar la ciencia y poder presentar esto en un tribunal, es muy relevante”.  

El especialista en genética Dr. Jaime Solano apunta a que cada pericia es un desafío al no conocer la procedencia de la evidencia, donde “preferimos trabajar con muestras ciegas. Descubrir qué especie tenemos al frente, ¿pino, eucalipto, nothofagus o incluso trigo?, es todo un desafío, porque hemos tenido casos de ese tipo”, subraya.

En un futuro próximo, todos los resultados del proyecto, protocolos de levantamiento de evidencia, herbarios, mapas, muestrarios de madera, hongos y polen, estarán disponibles en formato digital para las policías, fiscalía y académicos interesados, una especie de manual que pretende entregar el laboratorio al cual las policías ya han denominado como el “CSI Chileno”. 

 
 
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