El camino que llevó a Finlandia a desarrollar una importante industria de investigación y desarrollo en tecnología forestal es parecido al que hoy recorre Chile, dice el experto finés en Biomasa y Biocombustibles, Marko Nokkala.
“Nuestra historia comenzó con la instalación de varias plantas de celulosa y papel, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la demanda creció mucho. Sin embargo, cambios en el mercado mundial del papel y una demanda que se reducía, nos obligaron a reenfocar estos esfuerzos a la investigación”, señaló Nokkala, gerente de cuentas en VTT Research, una empresa que desarrolla tecnologías para la industria forestal.
“El paisaje y la disponibilidad de bosques hacen que Chile sea muy parecido a Finlandia”, dijo el especialista, que recientemente visitó el país para asistir al seminario “Cómo hacer realidad en Chile el potencial de biomasa para fines energéticos”, organizado por la embajada de Finlandia y CORMA.
“Hoy, Chile está en el mismo punto que Finlandia hace unos veinte años”, acota.
¿Cómo se desarrolló la industria de tecnología en Biomasa y Biocombustibles en Finlandia?
La historia del uso de Biocombustibles en Finlandia comenzó de forma muy similar a lo que pasa hoy en Chile, con varias empresas de celulosa y papeleras construidas después de la Segunda Guerra Mundial. Nos dimos cuenta de que estas industrias necesitan un montón de energía, y los residuos de la industria maderera se transformaron en el insumo para producirla.
Luego vinieron cambios en la demanda global de celulosa y papel, y una gran parte de las plantas que se levantaron entre 1950 y 1980 se cerraron porque fueron consideradas ineficientes. Además, la demanda de productos de papel se redujo fuertemente, y muy rápido, en los últimos treinta años.
Sin embargo, lo que se había convertido en el subproducto de este proceso industrializador, las plantas de generación de energía, aún estaban operativas. Y esas firmas se dieron cuenta de que debían transferir su generación a la red nacional de Finlandia. Así que hoy tenemos, creo que un 27% de toda la electricidad generada por Biomasa. Y de este porcentaje, la gran mayoría viene de las plantas que se construyeron para abastecer las papeleras.
¿Qué rol jugó la inversión en investigación y desarrollo en este proceso?
Nos dimos cuenta que las calderas normales pueden usar un tipo de combustible, pero cuando mezclas algo, por ejemplo, desechos agrícolas con forestales, había complicaciones. Cambiaba el proceso de combustión y aumentaban las emisiones. Entonces comenzamos a trabajar en la caracterización de los combustibles, y partimos trabajando con distintas mezclas para ver su impacto y eficiencia.
Al día de hoy, las empresas de Finlandia han desarrollado lo que es el estado del arte en cuando a calderas alimentadas con Biomasa forestal. Para agricultura hay otros proveedores, pero Finlandia ha desarrollado calderas que son especialmente adaptadas para madera y desechos forestales.
¿Hay ejemplos de esto en Chile?
Sí. Hay un programa de desarrollo en la Universidad de Concepción, un programa de caldera circular, similar a lo que hacemos en Finlandia. Desafortunadamente, la industria local hasta ahora ha dejado pasar estas oportunidades, quizás porque las desconocen.
¿Por qué es interesante Chile para el desarrollo de tecnología en Biomasa?
Chile es muy similar a Finlandia en el tipo de biomasa disponible. En particular, la disponibilidad de materia forestal, y en el hecho de que hay oportunidades de modernización. Esto no solo en la industria, también es interesante la necesidad de renovar la calefacción domiciliaria a leña en las ciudades, para reducir las emisiones de material particulado, por ejemplo.
¿Cómo ayuda el uso de Biomasa a reducir la contaminación en las ciudades chilenas?
No hay una solución simple. Pero, por ejemplo, en Coyhaique veo que el reemplazo de estufas por hornos eficientes conectados a sistemas de distribución de calor es una forma que incrementaría automáticamente la eficiencia del proceso de combustión y, al mismo tiempo, disminuiría las emisiones de partículas.
También es importante, una estrategia de desarrollo basada en calderas de biomasa. Usadas en menor escala, como en escuelas o en fábricas, como unidades individuales.
¿Qué tanto se ha avanzado en Chile en el uso de Biomasa y de Biocombustibles?
Hay cosas interesantes ocurriendo hoy en Biodiesel o Biomasa, pero cuando se trata de Biomasa en sí, hay un montón de información que está sin uso. Esto, pensando, por ejemplo, en la mejor tecnología en convertidores, la mejor combinación entre electricidad y calor, y en este sentido Chile no ha tomado un camino.
El mercado chileno está quizás como el finés hace unos 20 años en relación a qué camino tomar. Y el camino más rápido para Chile es mirar a países que han tenido transiciones parecidas. Estas experiencias están ahí, solo falta que la gente se dé cuenta de las ventajas de pensar en los recursos de forma distinta.
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