En el mes internacional del medioambiente declarado por la Asamblea General de la ONU, tras aprobarse en 1972 el Convenio Internacional de la Conferencia de Estocolmo, Suecia, sobre medioambiente sostenible para el mundo moderno, se establece el mandato por la búsqueda permanente de la compatibilidad entre las fuerzas productivas y los componentes ambientales y calidad de vida de las personas.
En ese contexto, las empresas forestales que desarrollan su actividad en el país y la Región, han profundizado sus estándares de desempeño ambiental, y parte importante de ese rol se relaciona con gestionar la biodiversidad existente en sus respectivos patrimonios forestales. Tal ha sido el caso de ARAUCO, que en los últimos años ha caracterizado la flora y fauna presente en sus áreas productivas.
Dicha iniciativa, acorde a los criterios de certificación internacional, ha consistido en gestionar en Los Ríos 22 mil hectáreas de bosque nativo declaradas como Áreas de Alto Valor de Conservación (AAVC). Esta cifra se incrementa al compararla con 2011, donde existían solo 1.300 hectáreas reconocidas.
Doce áreas de alto valor de conservación
Esta superficie se distribuye por un total de doce Áreas de Alto Valor de Conservación, las cuales conviven insertas en los patrimonios forestales o aledaños a éstos. En la Región, son seis las comunas que acogen estas áreas, algunas de las cuales son el área Planta del León de la comuna de Mariquina; el bosque valdiviano Entre Ríos de Máfil; Oncol y el bosque valdiviano La Estancilla – Calfuco, ambas de Valdivia; el área Calcupil de Tomén ubicada en Los Lagos, y otros núcleos boscosos salpicados en Corral y La Unión.
Según lo planteado por Juan Anzieta, Subgerente de Asuntos Públicos de ARAUCO en la Región de Los Ríos, esta visión de la conservación se lleva a las prácticas de manejo forestal en las zonas productivas, donde las cuadrillas de trabajadores hacen uso de los protocolos dispuestos, y previo a una cosecha se realiza un muestreo de la vegetación de la zona de protección y algunos animales. De esta manera, se constituyen en agentes de conservación, capacitados para el reconocimiento de especies de flora y fauna con problemas de conservación.
“Más allá de las operaciones propias del negocio forestal, ARAUCO es una empresa relacionada con recursos naturales y entendemos que los procesos productivos están vinculados con el medioambiente, la biodiversidad y los diferentes servicios ecosistémicos del territorio que ahí habitan”, apunta Anzieta.
Capacitación para la Conservación
De lo anterior, se desprende el antecedente ocurrido el año pasado, cuando integrantes de una cuadrilla de inventario de bosque nativo encontraron en dos predios del AAVC “Entre Ríos” (perteneciente al patrimonio de ARAUCO), ubicado en la comuna de Máfil, especies de la Ranita de Darwin o Rhinoderna Darwinni. Tal avistamiento fue de suma importancia ya que amplió la zona donde esta especie generalmente habita, y demostró que la capacitación desplegada estaba dando resultados.
Una vez realizado el hallazgo se procedió a estudiar el lugar para calcular la densidad y analizar si los ejemplares estaban en buen estado. Este trabajo fue realizado con Bioforest y expertos de la Universidad Austral de Chile.
Juan Anzieta precisa que “bajo esta iniciativa de manejo forestal desde el 2012 la empresa ha capacitado a cerca de 10 mil trabajadores en identificación de huellas y flora, de manera que apenas vean algo en terreno de alguna especie, envíen una alerta y se proceda a trabajar en el lugar desde una mirada ecosistémica”.
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