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Más de mil trabajadores de Pymes madereras se capacitaron gracias a APL

  

Un total de 24 pequeñas y medianas empresas de aserrío y remanufacturas concluyeron exitosamente la implementación de estándares del Acuerdo de Producción Limpia, el que abordó temas como la capacitación, seguridad y procesos de producción.

Mejorar su competitividad, seguridad y condición de sus trabajadores, además de su relación con el entorno y el medio ambiente, son algunos de los beneficios que consiguieron 22 pequeñas y medianas empresas ligadas al sector forestal de la Región del Biobío y dos de la Región de La Araucanía, a través del Acuerdo de Producción Limpia (APL) que desarrollaron durante dos años junto a la Corporación Chilena de la Madera (CORMA) y SODIMAC.

Las 24 empresas participantes generan 1.357 empleos directos y benefician indirectamente a otras 6 mil personas, con una  cuota de producción que bordea los 360 mil metros cúbicos al año de madera aserrada y 130 mil de remanufacturada.

El APL concluyó positivamente con la verificación de los servicios públicos: Servicio Agricola Ganadero SAG, el Servicio de Salud, el Ministerio de Medio Ambiente y la Superintendencia de Servicios Sanitarios, a cada una de las Pymes, con los cuales el Consejo de Producción Limpia certificó un mejor y más eficiente manejo de los residuos que producen, estableciendo así estándares favorables para los aspectos medioambientales y favoreciendo también la productividad y competitividad de éstos.

Como resultado tras dos años de trabajo, en las empresas participantes se mejoraron en un 100% los estándares de tratamiento de residuos industriales sólidos y líquidos; la eficiencia energética, la seguridad y salud ocupacional y la capacitación de los trabajadores.

Para el gerente general de Forestal Collicura, Michel Esquerré, el aporte del APL está asociado al valor de las personas:“No es sólo la empresa la que debe cambiar, sino el individuo en su observación del medio debe ser crítico respecto a su comportamiento”.

Para Claudio Weiss, administrador de la planta Masti-Gane de Forestal Bagaro: “Contar con un APL significa cumplir con los requisitos mínimos que cualquier empresa debiera en el aspecto medioambiental, en nuestra planta no fue  complicado porque ya estamos certificados con FSC desde hace muchos años y esto nos ayudó a ordenar nuestra gestión administrativa y de producción, pero lo más notorio es cambiar la mentalidad de los trabajadores, que sean más ordenados y metódicos en su actuar”.

Para Pablo De Luigi, gerente general de Alto Horizonte Ltda., , “el  APL nos permite dar un salto cualitativo, ya que la gente trabaja en pos de un objetivo que es la limpieza, no contaminar y esto tiene que ver con un cambio de cultura de las personas”.

Por su parte y desde el punto de vista de Sodimac, Cristián Salfate,  gerente de Negocios de Maderas, Tableros y Obra Gruesa de la empresa, , señala que “el APL impacta directamente en los procesos operativos de los proveedores, en muchos casos aserraderos con recursos limitados y que de otra forma podrían haber tardado mucho más tiempo  en conseguir los mismos objetivos y con mayor desgaste de esfuerzos y recursos”.

También coincide con el impacto cultural que un acuerdo de este tipo tiene en las empresas y sus trabajadores. “Se genera un sentido de pertinencia de las acciones directas para cuidar el medio ambiente y así ser productores considerando el bienestar general”, asegura.

También existen resultados ligados a costos producto de estos convenios. “Se logra una disminución de costos de producción, ya que permite verificar ahorros en compra y manejo de residuos, subproductos e insumos”, destaca Weiss.

Esto se grafica en los resultados finales entregados por CORMA, logrados gracias a los sistemas de  gestión que antes no existían en estas empresas. Por ejemplo, ahora se gestionan más de 110 mil metros cúbicos de aserrín y 100 mil de corteza al año, elementos que antes eran considerados como residuos, los que se venden como subproductos para calderas de biomasa y otros fines, con lo que se  comprueba el impacto directo que un APL tiene en los procesos operativos, los que habrían demorado  mucho más tiempo en lograr los objetivos propuestos.

El gerente de CORMA Biobío, Emilio Uribe, manifestó que “este convenio permitió que las Pymes trabajaran de forma más sustentable, lo que es un gran avance en sus procesos y en el desarrollo de sus trabajadores. Además, se enmarca en la preocupación que como gremio tenemos por este segmento productivo y por mejorar su competitividad”.

Por esto, De Luigi destacó la importancia de iniciativas como ésta, que colaboran con las Pymes. “Ojalá que los empresarios entiendan que esto es en beneficio de ellos mismos. Nosotros lo vemos como un hito para la empresa, sin duda el Acuerdo de Producción Limpia va a ser utilizado como slogan y publicidad, será un elemento de diferenciación”.

En esto Esquerré coincide con el gerente general de Alto Horizonte Ltda. y agrega: “Con los clientes lo podemos usar como un instrumento comercial, pero lo que nos interesa ahora es que nuestros procesos sean de largo plazo e ir mejorando permanentemente”.

Finalmente Cristián Salfate de Sodimac, realizó una excelente evaluación del acuerdo. “Fue un proyecto ordenado, limpio y muy claro en sus objetivos, definidos en conjunto con CORMA como indicadores de éxito del proyecto”. Esto, considerando que además de financiar en parte la iniciativa, , uno de los aportes fundamentales de esta empresa fue “dar un impulso a estas pymes, poniendo foco en la relación con los proveedores y aportando el conocimiento y tiempo de nuestros recursos humanos, según fue requerido para concretar esta iniciativa”.  

 
 
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