Debatir y contribuir con estrategias para el manejo de incendios que afectan las zonas de contacto entre el bosque y lo urbano –también llamada interfase- fue el objetivo del seminario Interfase urbano-forestal en la Región del Biobío, ¿una frontera en conflicto? organizado por el Colegio de Ingenieros Forestales, y patrocinado por Conaf y la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción.
El Dr. Manuel Sánchez, decano de la facultad, valoró la gestión de las instituciones participantes sobre realizar esta instancia en la Región del Biobío, una reconocida zona de latencia a nivel nacional. “Nuestra Región se encuentra en peligro constante, y aunque afortunadamente todavía no hemos tenido grandes incendios –como el de la magnitud que tuvo Valparaíso en abril pasado-, no debemos dejar de pensar en estrategias para prevenirlos”, señaló.
El seminario abordó la problemática desde distintas ópticas –legal, arquitectónica y tecnológicas, entre otras- con la idea de analizar los diversos escenarios en los cuales han ocurrido los grandes incendios. Lo más destacable, señaló el decano, son las ideas que emanarán de la reunión en términos de “cómo establecer una estrategia de prevención de incendios, más que de control, porque una vez que declara el incendio es poco lo que se puede hacer”.
Fernando Muñoz, presidente del Colegio de Ingenieros Forestales de la Región del Biobío, señaló que la preocupación por realizar este seminario surgió debido al incendio ocurrido en abril de este año en Valparaíso, precisamente en una zona de interfase, “áreas que constituyen una zona donde la ocupación humana y la infraestructura asociada coexisten en un gradiente espacial con las tierras ocupadas por actividades agrícolas y forestales, y con áreas vegetacionales de protección de quebradas”.
Ocurrencias y riesgos para el Gran Concepción
Entre los expositores, el académico Dr. Eduardo Peña, ingeniero forestal y especialista en Ecología del Fuego de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción, destacó que hace 20 años que se discute sobre este tipo de situaciones y aún así ocurrió el megaincendio de Valparaíso. “Cada vez hay condiciones más favorables para que el fuego se propague más rápido y llegue a la ciudad”, señaló el especialista, destacando que en Concepción existen mayores focos de interfase en donde podrían ocurrir situaciones peligrosas en que el fuego se propague fácilmente, como es el caso de Concepción (Agüita de la Perdiz), Chiguayante, Talcahuano, Penco, Coliumo y Dichato.
Entre los problemas, el académico señaló que además de existir un incremento en las áreas de interfaz, los factores de propagación de fuego se han incrementado hacia los centros urbanos, “las condiciones favorables para que el fuego llegue a la ciudad se ha dado con mayor frecuencia, causado mayormente por el cambio climático, los 10 años más secos del planeta los hemos tenido en los últimos 15 años, y los incendios mayores a 10 mil hectáreas se han acrecentado desde el año 2000 en adelante, al igual que la cantidad de horas combatidas, la cual ha aumentado significativamente”, destacó el profesor Dr. Eduardo Peña.
Por otro lado, entre los años 2013 y 2014, se ha dado una mayor incidencia de incendios en la región alrededor de centros poblados. Prácticamente el número de incendios se ha mantenido en el tiempo, “sin embargo lo que varía es el daño que puede provocar cada uno, y esto ocurre cuando se dan condiciones favorables, los forestales hablan del concepto 30-30-30, si se dan las condiciones de más de 30 grados Celcius, una humedad relativa bajo el 30%, vientos de más de 30 km/hora., y pendientes superiores al 30%, éste escenario será sin duda, negativo y difícil de combatir”, señaló el Dr. Peña.
Sin embargo, en las zonas de interfaz urbano-rural existe una mayor intensidad, pues la carga de combustible es mayor, “por cada unidad de superficie hay mayor carga de combustible, por lo tanto habrá mayor toxicidad, los daños serán mayores y aumentará en gran medida el riesgo de las personas”, destacó el especialista. Además, como existen distintos combustibles varía la continuidad, dirección, propagación, y existirá una alta resistencia al control.
“Sin duda en Concepción tendremos eventos pero un poco más aislados que en Valparaíso, todavía las comunidades no se han establecido en las zonas más altas de los cerros, sin embargo ocurrirá en un futuro en localidades como Tomé, Penco y Dichato, pues son sectores en que ha aumentado su urbanización hacia estos sitios”, señaló el profesor Dr. Eduardo Peña.
El académico señala que existen dos formas de prevenir estos incendios además de la prevención, una es actuando sobre el combustible y otra sobre el diseño de las viviendas, “es necesario construir en zonas bajas, y si tiene pendiente, que sea con exposición norte, pues si es con exposición sur el incendio aumenta cuatro veces la velocidad de propagación y nueve veces más con el viento”, además el Dr. Peña señala que es importante dejar una franja despejada de 50 a 100 metros de distancia alrededor de la vivienda -cortando el bosque-, para conducir el incendio hacia otros sectores.
Por su parte Ricardo Utz, académico de la UdeC y asesor de la Municipalidad de Concepción, lamentó la falta de norma, la cual también ha repercutido en los planes reguladores de diversas comunas al no considerarse los incendios forestales. El académico señala que la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones –OGUC- establece en su Art. 2.1.17, cuáles son los riesgos naturales que deben ser considerados en la confección de los Planes Reguladores. Hasta el 2010, no figuraba en dicha normativa el riesgo de tsunami, sin embargo hoy se encuentra incorporado este luego de los eventos del 27/F. Esta misma ordenanza tampoco reconoce el riesgo de incendio forestal, no obstante, luego del mega-incendio de Valparaíso, se incorporará el riesgo de incendio forestal. De hecho, señaló que hace un par de meses, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo emitió un instructivo en que reconoce la necesidad de incorporar este riesgo en los planes reguladores, pero el docente afirma que aún falta incorporarlo en la ordenanza que es el cuerpo normativo oficial que indica lo que debe o no debe considerarse en la confección de los instrumentos de planificación territorial.
“Resulta impresentable que en un país con una extensa costa como Chile, se haya olvidado incluir al tsunami como riesgo, y que además, en un país exportador de madera se haya olvidado también considerar el riesgo de incendio forestal. Todo parece indicar, que como en muchas aspectos, tenemos una actuación reactiva a los hechos que van ocurriendo”, destacó el especialista Ricardo Utz.
Por otro lado, el académico sugiere establecer zonas buffer entre los bosques y las construcciones, de manera de minimizar el riesgo. “Estas zonas o franjas se les puede entender como sectores en donde no exista bosque ni construcciones, salvaguardando un ancho suficiente, de manera que las llamas no sorteen esta zona por efecto de los vientos. Además, es posible incorporar normas sobre resistencia al fuego de los materiales de construcción, instalación de grifos y otras medidas análogas, concebidas al amparo de la incorporación del riesgo de incendio forestal en la OGUC”, destacó.
Luego de realizado el seminario, se establecieron conclusiones en la mesa de diálogo dirigida por el Colegio de Ingenieros Forestales, destacando que hasta el momento no existe una adecuada normativa legal que regule las actividades en la zona de interfase, tanto en la Ley General de Urbanismo y Construcciones, Plan Regulador Comunal como en la Legislación Forestal,- sólo existe una circular, emitida con posterioridad al gran incendio de Valparaíso, que define las áreas de riesgo por amenaza de incendios en los instrumentos de planificación territorial-. Además, existe inquietud en que los hechos de Valparaíso se puedan repetir en la Región del Biobío, y se reconoce el esfuerzo de la Secretaría Ministerial de Agricultura en la elaboración de un estudio, a desarrollar entre Infor y Conaf, que aportará información detallada de los sectores comunales con riesgo de incendios. Por último, en la disminución del riesgo de incendios forestales, el colegio de profesionales señala que no sólo deben participar las empresas forestales y Conaf, “también debe involucrarse las municipalidades, Bomberos, Carabineros, Onemi, Juntas de Vecinos, entre otras. Se deben generar planes de emergencia comunal contra incendios forestales, en los cuales las actividades de prevención sean relevantes”, destacó el presidente del Colegio de Ingenieros Forestales Biobío, Dr. Fernando Muñoz.
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